Los ancianos, al igual que los niños, son uno de los grupos poblacionales más vulnerables a los malos tratos y la violencia, pero es algo de lo que apenas se habla, un tema tabú que del que se desprenden unas terribles cifras.

La Organización Mundial de la Salud estima que solo 1 de cada 24 casos de maltrato sufrido por personas de avanzada edad es denunciado, en la mayoría de los casos por miedo. Por ellos las cifras que se barajan pueden estar subestimadas, ocultado un problema aún mayor del que es.

Son escasos los datos sobre el maltrato de las personas mayores en centros o instituciones, como es el caso de hospitales, centros asistenciales o residencias, pero donde más posibilidades existen de que se ejerza la violencia física o psíquica hacia los mayores.

La OMS señala: “En tales establecimientos se cometen actos abusivos como maniatar a los pacientes, atentar contra su dignidad e impedirles que tomen sus propias decisiones en los asuntos de la vida cotidiana, negarles premeditadamente una buena asistencia (por ejemplo, al permitir que se les formen úlceras de decúbito), ofrecerles una medicación excesiva o insuficiente y retener la medicación que necesitan, y desatenderlos o someterlos a malos tratos emocionales”

“El maltrato de las personas mayores puede conllevar lesiones físicas –desde rasguños y moratones menores a fracturas óseas y lesiones craneales que pueden provocar discapacidades– y secuelas psicológicas graves, a veces de larga duración, en particular depresión y ansiedad. Para las personas mayores las consecuencias del maltrato pueden ser especialmente graves porque sus huesos pueden ser más frágiles y la convalecencia más larga. Incluso lesiones relativamente menores pueden provocar daños graves y permanentes, o la muerte. Un estudio de seguimiento durante 13 años reveló que los ancianos víctimas de maltrato tienen una probabilidad de morir dos veces mayor que aquellos que no refieren maltrato”

El número de personas anciana maltratadas irá aumentando con el paso de los años, si no se hace nada por remediarlo, debido al rápido envejecimiento que sufre la población en muchos países y “la posibilidad de que sus necesidades no puedan atenderse plenamente por falta de recursos”

La población mundial de mayores de 60 años se duplicará con creces, de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones en 2050.

Desde las instituciones y organizaciones internacionales se trabaja para proteger a las personas mayores, creando estrategia y adoptando medidas para evitar el maltrato.

Entre una de las principales estrategias se encuentran las campañas de sensibilización para el público y los profesionales, programas para detectar a las posibles víctimas y agresores, políticas de seguimiento y atención en residencias, y formación para paliar el estrés de los cuidadores.

“A nivel mundial, se sabe demasiado poco sobre el maltrato de las personas mayores y sobre su prevención, especialmente en los países en desarrollo. La magnitud y naturaleza del problema apenas empieza a perfilarse, muchos factores de riesgo siguen poniéndose en entredicho, y las consecuencias y los datos sobre lo que funciona para prevenir el maltrato de las personas mayores son limitados”