El jurado declara a Ana Sandamil culpable del asesinato de su hija Desirée
El jurado ha declarado unánimemente que Ana Sandamil es culpable de la muerte violenta de su hija Desirée Leal
La intención del padre de la cría de modificar las medidas paterno-filiales, motivo del fatal desenlace
La sentencia deteminará finalmente se le condena a prisión permanente revisabl
El jurado ha declarado unánimemente que Ana Sandamil es culpable de la muerte violenta de su hija Desirée Leal, como se ha conocido este martes en la lectura del veredicto en la Audiencia Provincial de Lugo, por lo que, en la sentencia, se verá si finalmente se le condena a prisión permanente revisable tal y como han demandado las acusaciones.
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El tribunal popular ha considerado probado por unanimidad que la niña de 7 años murió por asfixia, con compresión y oclusión de sus orificios respiratorios, y ha determinado que no se ha podido probar que la enfermedad de base que padece la única sospechosa desde el inicio, un trastorno de personalidad, anulase por completo sus facultades.
Por mayoría de los miembros que conforman este órgano (8 frente a uno) sí se ha estipulado que la enjuiciada sufría una alteración parcial, y "no de forma importante", a causa de su problema de salud mental, y por unanimidad todos han concordado en que la intención del padre de la cría de modificar las medidas paterno-filiales, es decir, de solicitar la custodia compartida, influyó en el fatídico desenlace.
"No considero correcto que yo conociera los hechos (esa intención de su ex)", es lo único que acertó a decir Ana Sandamil cuando la jueza le cedió la palabra. Y su intervención se redujo a una única frase porque la magistrada le explicó que con su concesión ese no era el objetivo. Desirée Leal, cuyo padre, José Manuel, ex de Ana Sandamil, ejerció la acusación particular en la vista, fue encontrada muerta, el 3 de mayo de 2019, en la habitación en la que pernoctó con su progenitora con señales de haber sido forzada a ingerir un líquido en el que supuestamente se había disuelto un fármaco que consumía la madre y que se llamaba Trazodona.
En el examen forense, en el cadáver se vieron señales de una asfixia mecánica, compresión que, según los forenses, provocó el óbito a la víctima. La defensa, que no quiso hacer en esta jornada uso de la palabra, pedía la libre absolución y la eximente completa, que comportaría un ingreso psiquiátrico. El jurado se ha mostrado no favorable a la concesión de indulto alguno y tampoco a la no ejecución de la pena privativa de libertad que se le imponga a esta mujer, de 45 años.