El 14 de febrero se conmemora el Día de San Valentín, un día para celebrar el amor y el cariño que se profesan las parejas. Aunque hoy en día es difícil creer en el amor para siempre, existe, y buen ejemplo de ello son las historias de estas parejas. El paso de los años no mermó su afecto si no que se fue haciendo más sólido con el tiempo hasta tal punto que no pudieron vivir el uno sin el otro ni un día y su corazón se apagó cuando el compañero falleció.
Historias reales de amores eternos donde el destino los unió y ya fue imposible separarlos, ni la propia muerte tuvo el poder de separar ese vínculo que se hizo inmortal.
La pareja formada por Jack y Harriet Morrison, de 86 y 83 años respectivamente, fallecieron el pasado 11 de enero tras pasar más de 65 años casados. Lo curioso de esta pareja fue que murieron ‘juntos’, tan solo con dos horas de diferencia el uno con el otro.
Incluso el último día se tomaron de la mano en el hogar de ancianos en Arnold, Missouri donde ambos residían.
Bob y Corinne Jonhson, una pareja que vivió durante 68 años su pasión hasta que ambos murieron con apenas 33 horas de diferencia en un hospital de Minnesota, EEUU.
Bob de 88 años sufría de cáncer y Corinne, de 87, una grave insuficiencia cardíaca. Vivieron de forma autónoma en su granja hasta que la enfermedad que sufrían se agravó. Fueron ingresados en la misma habitación de un hospital, donde a pesar del sufrimiento no se ahorraban caricias y momentos de afecto.
La historia de Herbert DeLaigle, de 94 años, y Marilyn Frances DeLaigle, de 88, demuestra un amor incondicional. Tras 71 años de matrimonio, ambos fallecieron con solamente 12 horas de diferencia.
"Marilyn trabajó en una pequeña cafetería que había en Waynesboro (Virginia, EEUU) llamada White Way Café", dijo Herbert en una entrevista en 2018. "Seguí viéndola entrar y salir, tenía mis ojos puestos en ella. Me puse nervioso y la pregunté si alguna vez saldría conmigo", añadió el difunto. En su primera cita fueron al cine y un año después contrajeron matrimonio. Tras 71 años juntos y una gran familia, no pudieron superar la ausencia del otro.
Dos horas de diferencia separaron las muertes de Teodoro Díaz, de 87 años, y Josefina Martínez. Ambos estaban casados y residían en Mañón, Galicia. Ambos llevaban unos días alojados en la casa de su única hija, Teodoro fue el primero en fallecer a las 7 de la mañana. Su mujer, al enterarse de la noticia murió poco después a causa de un infarto.
Una pareja de Dakota, EE.UU, pasó 63 años casados, uno junto al otro en la mayor parte de sus vidas, construyendo una familia y construyéndose ellos mismos con los pilares inquebrantables del amor.
En el final de sus días, Jeanette De Lange, de 87 años, ya no recordaba nada debido al Alzheimer que sufría, pero su marido siempre estuvo ahí.
Finalmente en julio de 2016, ambos murieron con solo 20 minutos de diferencia y en la misma habitación. Primero fue Jeanette y después Herny, quien no soportó su ausencia.
No llegaron a pasar ni un día separados en 68 años de matrimonio y cuando George Doughty, de 91 años, ingresó en el hospital por una infección pulmonar, Dorothy, de 92 años, fallecía repentinamente y George moría unas horas después.
La pareja se reunía por primera vez tras la muerte del primer marido de Dorothy. Víctor fallecía durante la guerra a los cuatro meses de casados y tras la pérdida, George, amigo y compañero de regimiento de Víctor, escribía a la viuda para mostrarle sus condolencias. Así floreció su amor en época de guerra.
Eleanor Witt Turner y Frank Eugene Turner habían nacido el mismo año, en 1926 con días de diferencia y ambos tenían 87 años.
Eleanor Witt Turner, murió primero, a las 4:30 de la madrugada en la residencia para Ancianos Monroe y nueve horas más tarde, fallecía su marido Frank Eugene Turner, en otro centro geriátrico de Marshville.
Frank conoció a Eleanor en una agencia de coches, donde ella trabajaba de secretaria. Tras pocos meses de romance se casaron y vivieron juntos largos años.