La almohada sí influye en la calidad del sueño: aprende a elegir la adecuada para ti
Cabeza, cuello y columna vertebral tienen que estar alineadas
Tu tipo de almohada depende de la postura en la que duermas
Igual que elegir un buen colchón, una buena almohada también garantiza que la calidad de nuestro sueño sea la adecuada. Contribuye a que nuestra columna mantenga una postura adecuada a la hora de descansar. Para ello, cabeza, cuello y columna vertebral tienen que estar alineadas, y favorecer a una buena respiración y descanso. Es normal que ante la infinita oferta de este tipo de elemento de descanso no sepamos cuál es mejor para nosotros, por eso debemos tener en cuenta lo siguiente:
Cuál es el tamaño adecuado
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Para saber qué tipo de almohada necesitamos hay que pensar primero en nuestra postura a la hora de dormir, y en relación a eso:
- Almohada baja. De unos 10 centímetros, este tipo es adecuado para quienes duermen boca abajo. También los niños pequeños pueden usarlas.
- Almohada mediana. Hasta 13 centímetros. Esta es mejor para dormir boca arriba.
- Almohada alta. Ideal para quien duerme de lado, así se mantiene la cabeza y el cuello alineados con la columna.
Qué relleno es mejor
También existen muchos tipos de rellenos que podemos diferenciar:
- Látex. Este relleno puede ser a su vez sintético, natural o mixto. Sus características hacen que creen una buena sujección de la cabeza, por lo que está recomendada para gente que duerme de lado. Sus características también hacen que sean buenas para personas alérgicas a los ácaros.
- Plumas. Suelen ser plumas blandas de algún animal. Al tener una sujección mucho menor, son más recomendables para dormir boca abajo. Esta, por el contrario, no se recomienda a personas alérgicas o que se mueven mucho durante la noche.
- Espuma. Suelen estar hechas de poliuretano, lo que les provoca que tengan un efecto memoria y se mantenga la figura de tu cabeza durante unos segundos. Si te mueves mucho, este tipo de almohada no es la tuya, pero si por el contrario duermes de lado es ideal.
- Sintético. Suele ser un poliéster, una almohada blanda que no tiene gran firmeza y que se recomienda más a niños o personas muy delgadas.
Cómo conservarlas
Si mantenemos una buena higiene de nuestras almohadas pueden durar hasta 5 años de vida útil. Para ello:
- Airear la almohada de manera habitual, abriendo las ventanas y dejando que entre el aire.
- Darle la vuelta de manera regular.
- Usar un protector para poder lavarlo y mantener la higiene adecuada.
Por otra parte, particularmente los distintos tipos de almohada tienen una conservación diferente:
- Almohadas de látex. Lo ideal es lavarlas a mano, con agua fría y sin frotar. Además no dejarlas mucho tiempo en remojo y secarlas al aire libre.
- Almohadas de plumas.Se pueden lavar en la lavadora sin ningún problema. Un truco para que no se apelmacen es meter pelotas de tenis envueltas en calcetines dentro. Se recomienda un programa delicado,
- Almohadas de espuma. Especial cuidado con este tipo, ya que pueden perder sus propiedades con el lavado. Por ello la mejor recomendación es que se haga un lavado a mano y con cuidado.
- Almohadas sintéticas. Se recomienda lavarlas a mano o en la lavadora siempre que al secarlas se haga en una superficie plana para que no se deformen, y tener especial cuidado en el secado, que no se queden húmedas.