El poeta Luis García Montero ha respondido a la polémica que ha generado una entrevista de Almeida, donde el alcalde madrileño confiesa que Almudena Grandes no merece ser hija predilecta de la capital pero que accedió a darle ese reconocimiento a cambio de pactar las cuentas públicas para 2022 con los concejales díscolos de Más Madrid.
"Hay que hacer un balance y una ponderación. Si puedo bajar los impuestos y que Almudena Grandes sea hija predilecta, yo creo que los madrileños prefieren que se le bajen los impuestos", ha comentado el primer edil madrileño, para insistir en que, aunque "el personaje no lo merece", para poder sacar adelante los Presupuestos "hay que hacer cesiones".
Estas palabras han suscitado un reguero de críticas a lo largo de la jornada por parte de diversos partidos, entre ellos el PSOE o Unidas Podemos, que han llegado a tachar a Almeida de "mala persona" o "miserable".
El marido de la escritora, García Montero, no ha dudado en contestar a las palabras del alcalde, las que ha calificado de "declaraciones mezquinas", escribía en su cuenta de Twitter. "Debería tratarnos con más dignidad a los madrileños", ha continuado escribiendo.
"Si se siente traidor ante sus amigos de extrema derecha, allá él. Gracias a Madrid y al Ayuntamiento por nombrar a Almudena Hija Predilecta", terminaba el poeta. Una respuesta que ha sido muy aplaudida en redes sociales, donde muchos usuarios han mostrado su apoyo al poeta.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ensalzado a la escritora Almudena Grandes, fallecida el pasado 27 de noviembre, a través de su cuenta personal de Twitter el mismo día en que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha asegurado que no merece ser hija predilecta de la ciudad.
Sánchez asegura que fue un "privilegio" convivir con Grandes "en un espacio de libertad y fraternidad como es Madrid", un comentario que acompaña de unas palabras de la propia escritora sobre la importancia de anteponer la alegría al odio: "Con el tiempo comprendí que la alegría era un arma superior al odio, las sonrisas más útiles, más feroces que los gestos de rabia y desaliento".