Un animal ha cambiado la vida de Alberto, un mecánico de Teruel al que un accidente dejó ciego y sin manos. La tragedia llamó a su puerta cuando ayudaba a su vecina a vaciar un garaje,. Entonces encontró una caja con dos granadas y una de ellas le estalló en las manos. Albero pasó meses en la cama, engordó veinte kilos, pero decidió plantar cara a la adversidad.
Ahora con su prótesis agarra el arnés y una correa le une a ese ser que le ha devuelto la esperanza. Xabat, un perro, un labrador guía que ya es mucho más que sus ojos. El turolense Alberto Villalba se ha convertido en la primera persona ciega y sin manos del mundo en contar con un perro guía, Xabat, un labrador negro con poco más de dos años que ya se ha instalado en Teruel como una bocanada de autonomía y libertad para romper barreras y prejuicios sobre la integración.
Noble, con voluntad de trabajo y psicológicamente equilibrado, Xabat llegó a la vida de Villalba el pasado 14 de diciembre, cuando la Fundación ONCE del Perro Guía decidió apostar por este tándem único y pionero en el mundo que ha encajado a la perfección durante las algo más de cuatro semanas que ha durado el proceso de adaptación.
“Lo que me aporta Xabat es libertad, la independencia de poder ir yo solo a los sitios sin la necesidad de tener que ir agarrado del brazo de mi pareja”, ha indicado el joven turolense durante la presentación pública del can este miércoles en la sede de la ONCE de Teruel.
Villalba ha recordado que cuando le llamaron en septiembre desde la ONCE, fueron “muchas sensaciones positivas”, aunque ha reconocido que han sido unos meses “un poco duros, de cansancio mental y muchos dolores de cabeza” para adaptar las prótesis y los distintos materiales necesarios.
Las correas y el arnés han sido fabricados de manera personalizada, desinteresada y exclusiva para esta iniciativa por Emilio Asiaín, un sastre afincado en Boadilla del Monte (Madrid), con el objetivo de dotar al joven turolense de la mayor autonomía en los elementos fundamentales al dar órdenes a Xabat.
Más sencillo fue el entrenamiento con el labrador, que durante su primer año de vida estuvo con una familia educadora en la fase de socialización y después fue entrenado en aspectos de obediencia básica, hasta que el pasado mes de septiembre comenzó la adaptación con la instructora Elisenda Stewart, encaminadas al futuro emparejamiento con Villalba. “Estoy muy emocionada y orgullosa de estar hoy aquí, porque ha sido un trabajo duro y complejo de muchos meses. El camino que hemos recorrido ha sido largo, porque los procesos de adiestramiento son complejos, y en este caso al tener unas necesidades especiales nos hemos tenido que adaptar mucho más, pero estoy muy contenta”, ha admitido Stewart.
La instructora ha estado al lado del joven turolense durante todo el proceso y fue ella misma quien decidió que Xabat era el candidato perfecto tras el proceso de selección físico y temperamental, al demostrar un carácter tranquilo y paciente, característico de los perros guía para acompañar a sus usuarios. “Cuando finalizó mi entrenamiento, busqué lo que consideraba que era mejor para Xabat. Consulté los candidatos adecuados y en la lista de espera estaba Alberto, y por sus informes pensé que podían ser compatibles”, ha detallado Stewart.
Dicho y hecho. Xabat emprendió camino hacia Teruel para trabajar fundamentalmente en tres áreas: las adaptaciones de la prótesis, los materiales para poder guiar al can y el diseño del curso.
La conexión entre perro y dueño fue inmediata, y desde entonces comenzaron un proceso de trabajo que, según ha asegurado Stewart, puso de manifiesto que “Alberto es una persona increíble, un joven ejemplar al que nada se le pone por delante, y siempre está dispuesto a colaborar e innovar”.
La intervención ha sido un aprendizaje constante y mutuo sobre cómo ir solucionando las dificultades que iban surgiendo, y su movilidad con el bastón también tuvo que ser modificada debido a distintas incidencias que surgieron con la prótesis, que le impedían utilizarlo con normalidad.
A lo largo de todo este tiempo, el deporte ha sido una de las constantes en la vida del joven turolense, quien suele practicar ciclismo en tándem, senderismo, raquetas de nieve y de forma más intensa atletismo y “agility” adaptado con una perra (correr acompañado del can), consiguiendo ser campeón de España y subcampeón del mundo.
La Fundación ONCE del Perro Guía es una entidad asistencial creada en 1990 con el propósito de criar y adiestrar perros guía para personas ciegas o con baja visión. Presta sus servicios a personas con discapacidad visual en toda España y ofrece perros guía como servicio social gratuito a los afiliados que lo soliciten, siempre que sean candidatos adecuados.
La fundación cría sus propios perros y asume la responsabilidad de todo el proceso de adiestramiento y su emparejamiento con el candidato más adecuado. También se encarga de la formación del usuario en el manejo del perro guía para garantizar la adecuada utilización de este auxiliar de movilidad y de la supervisión técnica, apoyo y asesoramiento durante toda la vida útil del perro.
La labor es esencial para que las personas ciegas o con baja visión sean autónomas. Pasar de caminar con bastón a hacerlo con perro guía representa una gran mejora en su movilidad, incrementando sustancialmente la rapidez y seguridad en sus desplazamientos, lo que contribuye a posibilitar una integración real y efectiva en su entorno social y laboral.
En la actualidad, más de mil perros guía de la ONCE --25 de ellos en Aragón: uno Teruel, dos en Huesca y 22 en Zaragoza-- acompañan durante su vida diaria a las personas ciegas en España. Con la llegada de la pandemia del coronavirus, han sabido adaptarse a ver a la ciudadanía con mascarilla y continúan siendo los ojos de las personas que no pueden ver.