Una adolescente de 15 años ha muerto del mismo cáncer agresivo que acabó con su padre, después de que los médicos hicieran caso omiso de los síntomas que padecía, reduciéndolos a simple "dolor" por la muerte de su progenitor.
Para cuando Alana Finlayson, una estudiante de Glasgow, fue finalmente diagnosticada con glioblastoma solo le quedaban ocho semanas de vida. Eso después de haber mostrado los primeros síntomas dos años antes, sólo tres semanas de que el mismo tipo de cáncer se llevara la vida de su padre.
Su madre, Linda Jones, de 51 años, ha querido compartir su traumática historia y denunciar el trato que recibieron del Royal Hospital for Children de Glasgow. "Algunos de los doctores eran muy arrogantes. Si hubieran escuchado lo que decíamos, todavía podría tener a Alana conmigo, pero dejaron a mi pequeña con un dolor insoportable y sin tratamiento", se lamenta en declaraciones a 'Daily Record'.
La familia de Alana comenzó a notar cambios en su comportamiento poco después de la muerte del padre. Aunque la madre admite que al principio también lo atribuyó al "dolor" emocional por la pérdida, Alana pronto empezó a quejarse de dolor en la cabeza y el cuello, a sentir náuseas, perder visión y peso.
Las pruebas médicas que le realizaron entonces revelaron que tenía presión cerebreal sin una causa detectable. Los escaners cerebrales mostraron lesionesen su materia blanca y gris, pero el personal del hospital le aseguró a Linda que Alana "definitivamente" no tenía cáncer. "Esto no se parece en nada a lo que tenía tu papá", le dijeron.
Tiempo después, en febrero de 2019, un dolor intenso en las piernas provocó que le realizaran una nueva resonancia magnética que reveló, esta vez sí, el gioblastoma. La sometieron a una operación para extirpar el tumor espinal, pero los cirujanos no pudieron arrancarlo por completo. Alana sabía que no viviría para cumplir 16 años en agosto. Falleció en abril.
Un portavoz de la Junta de Salud de Glasgow ha explicado que "esta era una situación trágica y muy inusual". "A pesar de haber sido revisado por un equipo de expertos multidisciplinarios en todo el Reino Unido, debido a la rareza de la afección, los especialistas no pudieron diagnosticar el glioblastoma de alana hasta 2019", señala. "Nos gustaría reunirnos con la familia para responder cualquier pregunta que pudieran tener sobre este caso", añade.