El acusado de insultar a un niño con autismo niega haber pegado a la madre pero esta insiste en que lo hizo
La madre agredida en el parque Warner por defender a su hijo con autismo se reafirma en que fue atacada
El acusado dice que nunca ha pegado a una mujer
El caso empieza a ser juzgado por lo penal como delito grave
Lo niega todo y dice que nunca ha pegado una mujer. El inicio del juicio contra el hombre acusado de insultar a un niño con autismo -soy mongolito como tú, le acusan de decirle para poder entrar antes en una de las atracciones del parque Warner- y de pegar posteriormente a su madre dice en su defensa que no ha pegado nunca a una mujer y que si lo hubiera hecho la gente que estaba en la cola habría intervenido. La madre se reafirma en que sí la pegaron. Mayte acusa a un hombre de lanzarla contra el suelo después de insultar a su hijo Jimmy, que sufre autismo.
“Tanto el niño como la madre siguen muy afectados”, contaba Ana Vidal, coordinadora de la Asociación ProTGD a Telemadrid. “Los daños físicos se están curando, pero tienen graves secuelas psicológicas por este episodio que, afortunadamente, no ocurre a menudo”, explicaba Vidal. La madre insiste en que su hijo sigue pensando en el tema y solo piensa en si al hombre le van a meter en la cárcel.
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Los hechos ocurrieron el pasado 2 de mayo. Este parque en Madrid tiene un distintivo para personas con discapacidad, una pulsera azul, con la que la persona y hasta tres acompañantes pueden acceder a las atracciones de manera más rápida, sin tener que esperar las colas. Cuando estaban disfrutando de un agradable día, Jimy quería montarse en la montaña rusa de Batman. Las dos amigas de Mayte decidieron acompañarle también en la aventura, y como el dueño de la pulsera azul puede llevar hasta tres acompañantes, todos se pusieron en la respectiva fila que les tocaba, sin tener que esperar la cola de personas con entrada normal.
Esto desató las críticas de un grupo de hombres que increparon a la familia por haberse saltado la cola. Cuando les explicaron la situación y que tenían derecho a no hacer cola, uno de los integrantes del grupo se mofó del pequeño Jimmy: "¿Un mongolito?", preguntó irónicamente, acompañado de gestos de burlas que fueron recibidos con risas por su grupo y con más mofas sobre la discapacidad del menor.
Ese primera agresión verbal se quedó ahí, y atemorizó al pequeño Jimy, que comenzó a sentir auténtico pavor "con el hombre malo". Desafortunadamente, volvieron a encontrarse con el hombre y el menor comenzó a gritar desesperado. En ese momento Mayte se acercó para mediar y el hombre le preguntó "¿Eres la madre del mongol?", y la agarró del pelo y la lanzó contra el suelo.
Mayte pudo ponerse en pie y plantarle cara tras esa primera agresión, pero de nuevo la golpeó, lanzándola contra el suelo otra vez y provocando que perdiese el conocimiento. La mujer tuvo que ser trasladada al hospital con el labio partido, la nariz ensangrentada y una profunda brecha en la frente. Además, en el hospital le detectaron una lesión cervical. La mujer, de 38 años, padece depresión y ha querido compartir esta historia para concienciar y evidenciar el problema que tienen numerosas familias de personas con TEA. El caso empieza a ser juzgado por lo penal como delito grave.