Las imprudencias de los turistas ponen en peligro al acueducto romano de Segovia. Pese a la prohibición escrita en varios idiomas, cada vez son más los que llegan hasta la parte más accesible del monumento para posar tan cerca como puedan de los arcos.
El ayuntamiento se ha quejado formalmente y antes del verano tendrán lista una ordenanza municipal que limitará el acceso al acueducto, y también estudian penalizar económicamente a aquellos que se salten las medidas.
Pero no ocurro solo en Segovia. Esta obsesión la hemos visto durante todo el año mientras intentan hacerse un selfie a pocos metros del mar. En un espigón muchos hacen todo lo posible para conseguir el selfie perfecto. Esta moda tiene también mucho éxito fuera de España con poses muy complicadas y en grandes rascacielos.