Jennifer Proctor, una chica de Reino Unido, estaba pasando unos días en Mallorca cuando decidió ir al parque Aqualand situado en la isla, según ha informado el medio Daily Mail.
La joven, de 25 años, se tiró por la atracción llamada 'Banzai', que consiste en descender sentada sobre una tabla por un tobogán. Pero las cosas no salieron bien y tuvo un accidente, del cual casi no recuerda nada, y donde sufrió varias fracturas vertebrales de carácter grave.
Debida a la gravedad de las heridas tuvo que someterse a una fusión de dos de sus vértebras, además de a la inserción de varillas y clavos metálicos en su cuerpo.
Ahora, unos meses después del fatídico accidente, la mujer afirma que las fracturas de su columna vertebral han hecho que pierda 10 centímetros de tamaño, y las lesiones le han cambiado la vida.
La aspirante a maestra denuncia que los miembros de la atracción no le explicaron en ningún momento cómo tenía que sentarse ni cómo actuar, y que se trata de algo muy peligroso que alcanza una gran velocidad.
Ahora, sus abogados han iniciado una investigación para saber realmente qué ocurrió y por qué sufrió el accidente, y exigir las medidas que consideren oportunas por el cambio de vida tan trágico que ha tenido que sufrir la joven.