El abuso del alcohol es más perjudicial para los mayores de 65 años que para los jóvenes
El 'binge drinking', o atracones de bebida, afecta más a los mayores de 65 años
El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de desarrollar demencia
Mucha gente cree que el alcohol solo es perjudicial para quienes beben regularmente por encima de los límites recomendados, pero una investigación ha demostrado que el 'binge drinking', o consumo rápido intensivo de alcohol en 'atracones', puede ser igual de dañino. El 'binge drinking' se define como el consumo de al menos ocho unidades de alcohol para los hombre (aproximadamente cuatro pintas de cerveza) y seis unidades para las mujeres, de una tacada. Se ha demostrado que está práctica aumenta el riesgo de muerte por enfermedades, accidentes y lesiones a largo plazo.
Aunque el 'binge drinking' a menudo se asocia con jóvenes y adolescentes, aproximadamente una de cada 10 personas de 65 años o mayor participa de esta costumbre. En las personas mayores, beber niveles no saludables de alcohol puede ser aún más perjudicial para la salud y puede causar pérdida de memoria, presión arterial alta, problemas de equilibrio y empeoramiento de la salud mental.
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Recientemente, los investigadores analizaron el consumo de alcohol y los patrones de consumo de riesgo en las personas mayores, específicamente, su relación con otros trastornos mentales, como la depresión y la demencia. Descubrieron que uno de cada cuatro bebedores consumió alcohol por encima de los límites semanales, y más de uno de cada cinco bebedores informaron haber bebido en exceso en los últimos 12 meses.
Los ingresos hospitalarios por trastornos mentales relacionados con el alcohol han aumentado un 21% en los últimos cinco años en personas de 50 años o más. Esto se debe a una variedad de trastornos mentales, desde la dependencia del alcohol y la intoxicación hasta trastornos de la memoria como la demencia y el síndrome de Korsakoff. Desafortunadamente, esta es una tendencia que solo ha empeorado en los últimos 15 años a medida que la generación del "baby boom" ha envejecido.
Los hombres son más propensos que las mujeres a tener problemas con el alcohol
Para comprender más sobre el impacto del consumo de alcohol en los trastornos mentales, los investigadores observaron a 190 pacientes de 65 años o más que estaban inscritos en un servicio de salud mental para adultos mayores. Los pacientes tenían una variedad de trastornos mentales, como depresión y demencia. Solo un tercio de los pacientes eran mujeres.
Utilizando la Prueba de identificación de los trastornos por consumo de alcohol (AUDIT), los investigadores hicieron a los participantes una serie de preguntas para evaluar el riesgo de una persona de daños relacionados con el alcohol. El estudio encontró que los hombres eran una vez y media más propensos que las mujeres a tener problemas actuales o pasados relacionados con el alcohol. También obtuvieron un promedio de dos puntos menos en promedio en una prueba de detección de demencia, lo que significaba que tenían un mayor riesgo de desarrollarla.
También hubo una variación considerable en los patrones de consumo de alcohol entre los participantes. Aproximadamente uno de cada ocho pacientes informó haber bebido una vez al mes o menos, siendo el patrón más común una o dos unidades por mes. Sin embargo, esto no indica cuánto bebió alguien en estas ocasiones, y si se clasificaría como borrachera. Esto solo se pudo descubrir usando el cuestionario AUDIT, que también pregunta sobre el 'binge drinking'. Las prácticas clínicas de rutina que no usan el AUDIT a menudo solo le preguntan a los pacientes la cantidad promedio que beben por semana, en lugar de la cantidad máxima en un día. Esto significa perder información valiosa sobre el consumo de alcohol.
Este estudio muestra que muchas personas mayores no reciben mucho apoyo cuando se trata de monitorear y reducir sus conductas de consumo de alcohol. Prueba que a muchas personas mayores no se les suele preguntar sobre sus hábitos de bebida, algo que los profesionales de la salud sí suelen preguntar a las personas más jóvenes. Al preguntar con más frecuencia, los trabajadores de la salud podrían ayudar a reducir las conductas de consumo de riesgo al brindar el apoyo y la ayuda adecuados para reducir el consumo de alcohol.
El estudio también encontró que los hombres mayores que beben regularmente por encima del límite semanal o los atracones tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de demencia. La demencia relacionada con el alcohol es diferente de otros tipos de demencia, ya que daña los lóbulos frontales del cerebro y puede provocar cambios en la personalidad, como ser más impulsivo y tener dificultades para controlar las emociones.
Tener un diagnóstico experto no solo puede ayudar con el tratamiento, sino que también significa que la demencia relacionada con el alcohol se puede detectar en sus primeras etapas, lo que podría significar que algunos de sus efectos se pueden revertir parcialmente.