El abogado Carlos Aránguez ha anunciado que ejercerá las vías legales oportunas para defender los intereses de Juana Rivas, incluyendo una queja al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por el que considera "irregular comportamiento" del juez de lo Penal de Granada que ha ordenado su ingreso en prisión.
El letrado de esta vecina de Maracena (Granada), condenada de manera firme a dos años y medio de prisión por no entregar a sus hijos al padre en el verano de 2017, ha recordado este lunes en un comunicado que el 27 de mayo presentó recurso de reforma, y subsidiario de apelación, contra el auto que acordó su encarcelamiento.
El referido recurso fue formalizado "siete horas" después de que el Juzgado de lo Penal 1 de Granada acordara en un auto la detención e ingreso en prisión de Rivas pero, según critica Aránguez, "inexplicablemente" aún no se ha trasladado del mismo a la Fiscalía.
"Queremos expresar públicamente nuestra indignación por la rapidez con la que se acuerda el ingreso en prisión de Juana Rivas, a quien ni siquiera se le ha intentado notificar personalmente la sentencia por la que finalmente fue condenada, ni el auto por el que se acuerda su detención e ingreso en prisión", ha indicado el abogado.
En cambio, ha lamentado que sus escritos sean, en su opinión, "ninguneados y desatendidos" debido a la que considera "manifiesta parcialidad" del titular del Juzgado de lo Penal 1 en el presente procedimiento.
"Por supuesto, seguiremos respetando escrupulosamente los mandatos judiciales, pero al mismo tiempo, ejerceremos todas las vías legales oportunas para defender los intereses de Juana, incluyendo una queja al Consejo General del Poder Judicial por el irregular comportamiento de Manuel Piñar", ha concluido.
El comunicado del abogado de Juana Rivas se produce horas antes de la manifestación convocada para esta tarde por el movimiento feminista de Granada a favor de su indulto, que ya tramita el Gobierno.
Rivas está condenada en firme a una pena de dos años y medio de prisión por haber permanecido en el verano de 2017 un mes en paradero desconocido junto a sus dos hijos para no entregarlos al padre, el italiano Francesco Arcuri, quien en 2009 fue condenado por lesionarla y al que ella volvió a denunciar por maltrato en 2016.