Los datos dan que pensar. Sin una reforma educativa pactada por todos los partidos, el típico sueño imposible, y con la necesidad de facilitar los recursos para que nadie se quede fuera por falta de medios, los datos recopilados por la fundación BBVA en el informe U-Ranking 2019son para echarse las manos a la cabeza. Nada menos que un 21% de los estudiantes que inician su carrera en la universidad no la acaban. De hecho, un 33% de los alumnos deja sin finalizar el grado en el que se matriculó. Y un 12% cambia porque no acertó a la primera.
El abandono de los estudios universitarios puede deberse a causas diversas: carencias de la orientación y la formación previa de los alumnos; inadecuado diseño de los planes de estudios, deficiente seguimiento de los alumnos o baja calidad de la docencia impartida; bajo rendimiento académico de los estudiantes —por falta de capacidad, esfuerzo o motivación— o nivel de exigencia inadecuado. Todas ellas son lacras que hay que erradicar.
El abandono se concentra en el primer año de estudios pero también tiene lugar en los cursos posteriores, lo que prolonga el consumo de recursos desaprovechados. Es mayor en titulaciones técnicas y científicas —un dato preocupante, dada la necesidad creciente de titulados STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) para hacer frente a las demandas del tejido productivo para adaptarse a la digitalización— pero también es alto en las titulaciones artísticas y de humanidades.
El problema del abandono afecta a todas las universidades, aunque con desigual intensidad. No siempre las mejor clasificadas en los rankings lo padecen menos, pues la especialización importa en este sentido y las universidades politécnicas presentan buenos resultados en otros aspectos docentes, investigadores o de innovación y desarrollo tecnológico, pero no en este. Las mejores universidades privadas, que no sobresalen en los rankings generales pero sí en los de docencia, presentan también menores tasas de abandono.
Estos son algunos de los principales mensajes que se incluyen en el informe U-Ranking 2019, que, en esta nueva edición, además de analizar el rendimiento de las universidades españolas, incluye un estudio detallado del abandono de los estudios por los universitarios.
Esta séptima edición de U-Ranking ha sido elaborada conjuntamente, como las anteriores, por la Fundación BBVA y el Ivie. El proyecto ha sido dirigido por los profesores Francisco Pérez, director de Investigación del Ivie, y Joaquín Aldás, profesor investigador del Ivie —ambos catedráticos de la Universitat de València— en colaboración con Irene Zaera y Rodrigo Aragón, técnicos de investigación del Instituto. U-Ranking 2019 analiza 62 universidades españolas, 48 públicas y 14 privadas, mediante el seguimiento de 25 indicadores distintos y la construcción de diversos índices sintéticos.
A partir de esos índices sintéticos que evalúan el rendimiento de cada institución en su actividad docente, investigadora y en innovación y desarrollo tecnológico, U-Ranking 2019 clasifica a las universidades analizadas en un ranking global y en tres más para cada una de las actividades consideradas. En esta edición, la Universitat Pompeu Fabra vuelve a situarse en solitario en la primera posición del ranking general, seguida en segundo lugar por la Universidad Carlos III y las universidades politécnicas de Cataluña y Valencia que comparten el tercer puesto. En total, se muestran 11 posiciones diferentes en el ranking general, que se completa con el listado de instituciones que no han podido ser analizadas porque no se dispone de información sobre ellas con los requisitos de calidad necesarios.
En cuanto a la clasificación correspondiente a cada una de las dimensiones analizadas, las universidades privadas continúan destacando en el ránking de desempeño docente, ya que de las diez primeras del ranking son de titularidad privada. En conjunto, las universidades privadas obtienen un rendimiento docente medio un 11% por encima del promedio del Sistema Universitario Español (SUE). La primera posición la ocupan la Universidad de Navarra y la Universidad de Nebrija, junto con la Universitat Politècnica de València. En el segundo puesto aparecen, con la misma puntuación: Mondragón Unibertsitatea, Carlos III de Madrid, Deusto, Pontificia Comillas, Politècnica de Catalunya, Pompeu Fabra y Ramon Llull.