La instrucción del caso está siendo muy larga (Marta desapareció el 24 de enero), muy complicada (los acusados han incurrido en contradicciones y el asesino confeso ha cambiado hasta cuatro veces de versión) muy costosa (se han realizado búsquedas en el río, en el vertedero, en zanjas y pozos y se han rastreado llamadas y analizado numerosas muestras de ADN) y, lo peor de todo, infructuosa.
Miguel Carcaño, detenido el 13 de febrero, se enfrentará a una pena de 20 años de cárcel por los cargos de asesinato y violación. En su primera declaración, a la que dan más credibilidad los expertos, admitió el asesinato al golpearla con un cenicero durante una discusión (la joven lo habría amenzado con contarle a su actual novia que seguían viéndose y él perdió el control). La policía descubrió el rastro de una mancha de sangre en la casa y rastros de sangre en una prenda de Miguel.
En la segunda, en marzo, admite el cargo de violación pero dice que la joven fue estrangulada por el Cuco, el único menor implicado, que también la habría violado. En esta declaración se molesta en añadir el hecho de que habían bebido alcohol y fumado droga. Parece una declaración muy estudiada: el culpable del principal cargo sería un menor, que no iría a la cárcel, y los dos estarían bajo los efectos del alcohol y las drogas. Pero ¿por qué se inculpó de violación? Quizá trataba de evitar ser juzgado por un jurado popular.
Después de estas declaraciones, Carcaño dio otras dos versiones más.
Los otros implicados
De esas declaraciones han salido los otros inculpados:
-Samuel Benínez. Detenido el mismo día que Miguel. Según la primera versión de Carcaño, le ayudó a deshacerse del cuerpo con una moto. La policía reconstruyó los hechos y demostró que era imposible que los tres hubiesen llevado el cuerpo en una motocicleta hasta el puente del Charco de la Pava desde donde lo habrían arrojado al Guadalquivir. El rastreo de sus llamadas de móvil lo sitúa en la localidad de Dos Hermanas a la hora a la que se supone que se realizó el crimen. Su ADN ha sido encontrado en el piso donde ocurrieron los hechos. Sigue en la cárcel.
-El Cuco. El único menor implicado. Su nombre aparece en la segunda declaración de Carcaño. Él habría violado y estrangulado a Marta con un cable. Después habrían metido el cuerpo en bolsas de plástico y lo habrían llevado en una silla de ruedas hasta un contenedor. Se han encontrado muestras genéticas combinadas de Marta y El Cuco en la casa, y en la silla, rastro de ADN de Marta y de Carcaño. Además fueron vistos por unos vecinos al volver a casa con la silla. La policía reconstruyó los hechos y encontró que era posible meter el cuerpo en una bolsa y trasladarlo en la silla, pero no hay rastro de ADN en ningún contenedor.
Los otros implicados son el hermano de Miguel, Javier Delgado, y su novia María García, un elemento extraño en esta investigación. Se trata de una joven de una familia acomodada, estudiante de Psicología a sus 32 años y que no encaja muy bien en un grupo con jóvenes de familias desestructuradas. Están en libertad.
Las búsquedas
A la policía no se le puede acusar de escatimar en medios. La primera investigación se centró en el río Guadalquivir. 218 policías rastrearon durante un mes el río con barcas, helicópteros y perros. Contaron con la ayuda de un equipo de búsqueda subacuática facilitado por Holanda. Patrullas a pie recorrieron 80 kilómetros de orillas.
Se llegó a hacer incluso una simulación: arrojaron al río tres cerdos de 50 kilos cada uno con un aparato de seguimiento. Los cuerpos flotaron en superficie y acabaron varados en las orillas del río en un tramo de 20 kilómetros. ¿Significaba eso que el cuerpo de Marta no había sido arrojado al río? Parece que no. El río llevaba mucho caudal a final de enero y en febrero se abrieron las compuertas. Podría estar en el mar cuando empezó la investigación o en el fondo del río cubierto por dos metros de lodo.
Tras la segunda declaración, se inició una búsqueda en el vertedero de Alcalá de Guadaíra: 32 días que costaron 149.000 euros y ni una pista. La policía ha descartado que fuese arrojada a la basura porque no hay ADN en los contenedores.
La última búsqueda, en septiembre pasado, fue en una zanja próxima a la vivienda de Camas donde residía la ex novia de Miguel.
Las conclusiones
El juez va a dar por concluido el sumario en breve, quizá esta semana. La Fiscalía presentará en unos días su escrito, en el que podría pedir más de 20 años de cárcel para Carcaño.
La ausencia del cadáver no supone, en principio, que no pueda lograrse una condena por asesinato, sobre todo si, como sucede en este caso, se cuenta con la confesión del autor, Miguel Carcaño. Otro asunto será imputar a los otros dos arrestados contra los que no hay, en principio, pruebas concluyentes. LA