“Mi único objetivo es hacer justicia a Diana y por eso aguantas, sobrellevas cómo se ha escenificado el modo en el que este individuo violó y asesinó a Diana”. No se podía creer Ana Rosa Quintana de dónde había sacado su fuerza Juan Carlos Quer para poder aguantar los testimonios, las imágenes y la sonrisa de El Chicle en medio de la reconstrucción del asesinato de su hija. Y él se lo ha dejado claro, como cuando dijo que seguro que tras el veredicto habría una sonrisa en el cielo.
Si algo no puede olvidar Juan Carlos es la hora y pico que pasó en esa nave, los 25 minutos que pasó en el maletero. "Lamentas tanto no estar ahí. Los gritos de mi hija los escucho todos los días. Recibo ayuda intermitentemente, pero esto no lo superas con ayuda. Tengo otra hija, Valeria, que me necesita, y tienes unos frentes por los que tiene sentido seguir viviendo".
En un par de semanas o un mes sabrá Juan Carlos Quer si El Chicle es condenado por la prisión permanente revisable. “Estoy preparado para que se aplique el sentido común y si no recurriremos. A nadie se le antoja que este individuo metió en el maletero, en esa lúgubre nave, no para ir a misa sino por un móvil sexual. En Boiro se estimó la tentativa de agresión sexual. En el caso de Diana se ha presentado una prueba de cargo que es un edema en la zona vaginal”.
"Y si no, entonces, ¿tantos derechos para que los violadores y asesinos oculten el cuerpo de sus víctimas para que les salga gratis? Es una forma de incentivar el hecho de que no aparezca el cuerpo. Y eso es intolerable". Juan Carlos reconoce que siempre buscó la mirada de El Chicle, "pero es tan poca cosa comparada con lo grande que era mi hija que no levantaba ni la mirada".
Respecto a la presencia de Valeria en la sala, Juan Carlos ha dejado claro que sospesaron muy mucho que asistiera a juicio, aunque ella es mayor de edad. Pero pensaron siempre que era peor el hecho de que se enterara de las terribles cosas por la prensa. “Ella también ha peleado por su hermana y eso le ayudará a superar el duelo. Verlo desde casa es diferente. Ahí estaba apretando, contribuyendo a que a su hermana se la hiciera justicia”. "Llegado a un punto, de autopsias, la recreación virtual... que ya no quisimos que fuera".
"No tengo nada que hablar con El Chicle, lo que tengo es que hacer. Que pase el resto de su vida en la cárcel, porque este individuo nunca se arrepintió. Le recomendaba a sus padres que vendieran una entrevista a 10.000 euros, se paseaba por la ría sabiendo que tenía a una niña encerrada en un pozo, se jactaba de que iba a salir de la cárcel en tres años. Y no solo eso, un año después intentó meter a una joven en un maletero. Habría acabado igual que Diana".
Juan Carlos lucha aún porque no se derogue la prisión permanente revisable. "El derecho a la reinserción no significa que se consiga. La permanente revisable va a salvar vidas. Los progresistas de salón defiende el cumplimiento íntegro de las penas no es garantía de reinserción. El que defienda los derechos de la mujer con coherencia debe defender la permanente revisable porque salvará vidas. Yo llevó más de tres millones de firmas al Congreso, de todos los sectores, pero no me fío del sentido común de los ciudadanos de nuestro país. "La libertad sexual de la mujer no es de ideologías, sino de sentido común. ¿Se le protege educando a este individuo?". Juan Carlos reconoce que en muchas de las imágenes del juicio ni siquiera podía mirar. "Ningún padre es capaz de soportar esto. Diana forma parte del corazón de muchos españoles". Cree Juan Carlos que el duelo empezará tras la sentencia. Él tiene claro que volverá a ayudar a los desaparecidos, porque el dolor de los más de 300 días sin su hija, porque cuando se archiva una causa se archiva una vida. Porque un desaparecido no tiene derechos, ni está entre los vivos ni entre los muertos. Hay 10.000 familias que quieren que los tengan.