Un dron sobrevuela los montes de Capellades, Barcelona. En esta sierra, hace dos semanas, el fuego obligó a entrar en acción a unos pájaros de alta tecnología. El vuelo de los drones agiliza los trabajos de extinción.
‘’Recogemos mucha más información en mucho menos tiempo y con muchos menos efectivos’’ Nos explica Jauma Torralb , jefe Regional de Agentes Rurales Cataluña Central. Estos drones permiten, estando muy lejos del incendio, aproximarse al suceso sin peligros innecesarios a las brigadas y ver todo con detalle.
Se unen en el aire a los hidroaviones para una tarea fundamental que es el de detectar puntos calientes y delimitar, en apenas minutos, el perímetro exacto de las llamas. Sus imágenes también permitirán, ya después, un análisis del que se obtendrá la región exacta afectada por las llamas.
En Cataluña se usan ocho drones como éste, con diecisiete pilotos profesionales orientando sus vuelos en caso de incendio.