Las lesiones se produjeron entre el 4 y el 6 de enero en una localidad de la comarca de Pinares y la muerte el día 9, al jugar el padre de la menor "sin adoptar medidas de seguridad en cuanto a la sujeción de la cabeza de la niña", han informado a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
Los juegos "consistieron en arrojarla hacia arriba y sobre la cama, en la creencia que dicha actuación no suponía ningún peligro para la niña".