La mayoría de ciudadanos ha ido alguna vez a una notaría a firmar un documento, ya sea la compra venta de una casa, un testamento o un poder notarial. Millones de escrituras que se almacenan formando los llamados Protocolos Notariales desde los tiempos de Isabel La Católica. En 'Informativos Telecinco' compartimos el proceso de cómo se siguen guardando, en papel, en plena era digital.

Son miles de documentos firmados que una vez al año toca encuadernarlos. Se trata de un proceso que no se puede hacer de cualquier manera: "Se pegan todos los documentos, se hacen las tapas, con un trozo de pergamino, y luego finalmente rotular", explica Gloria Escrivá.

"Hay que seguir las normas concretas que están en el reglamento notarial". Después, en las estanterías se van a quedar 25 años. "Tienes además obligación de mantenerlo todo en tu despacho notarial. No puede salir salvo que pidas una autorización y por razones que estén muy justificadas", explica el notario Juan Aznar de la Haza.

Y después de ese tiempo, en Madrid los llevan al Archivo General. En esos pasillos está la vida de la ciudad, y caben aproximadamente unos 160.000 tomos. Toda la historia de la ciudad de Madrid está en estos 6.000 metros de estanterías de este archivo histórico. Hay 47.000 tomos de todo tipo. "Hay apartamientos de querella de mujeres respecto a sus hombre por acusaciones de maltrato. Antes se escrituraba mucho más, actos incluso intrascendentes, como el perdón de cuernos", explica Beatriz García, directora del Archivo Histórico provincial de Madrid.

"De Calderón, de Góngora, de Lope de Vega tenemos sus testamentos", añade.

También la venta de 'La Galatea' de Cervantes. Tesoros fundamentales para reconstruir la historia madrileña.

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