El caso de acoso escolar a un menor con parálisis cerebral en Santander ha provocado tanta indignación que hoy se ha realizado una concentración con el objetivo de apoyar al niño y condenar a los cuatro agresores. Informa Óscar Arnaiz.

La Fiscalía de menores ya está investigando este hecho como un delito de lesiones, maltrato y de odio, por lo que pide una orden de alejamiento, incluyendo la posibilidad de que los acusados traten de ponerse en contacto con él. La concentración, que ha tenido lugar en las puertas del instituto sobre el medio día, ha reunido a familiares del agredido, así como de compañeros del propio menor.

Todos ellos han pedido a gritos la dimisión de la directora y la expulsión definitiva de los cuatro agresores. Ha habido un momento en el que Antonio, el menor agredido, ha salido al patio, causando la emoción de todos los presentes y pudiendo ver ese sentimiento también reflejado en su cara. La Policía Nacional ha tenido que personarse en el centro ya que algunos de los presentes han tratado de acceder al interior del recinto.

Los agentes han tenido que custodiar el lugar ya que la concentración ha durado varias horas. Para Antonio no ha sido un día normal. Hoy, a la salida de su jornada, decenas de personas le esperaban a las puertas del instituto para ofrecerle su apoyo. Acompañados de pancartas y a grito de 'todos somos Antonio', sus compañeros de clase, amigos y los familiares de todos ellos, pedían justicia para el menor.

La madre, a quien un grupo de asistentes ha tenido que calmar, estaba también entre todos ellos mostrando su decepción e indignación con el centro por lo ocurrido. El momento más emocionante ha sido cuando Antonio, acompañado de su madre, ha aparecido junto a todos los manifestantes. Entre aplausos, sus familiares han pedido un cambio en el protocolo de acoso. El menor sigue en la misma clase con sus agresores, los cuales han recibido como sanción cinco días de expulsión.

Muchos familiares se han unido a las suplicas de esta familia, quien pedía cambiar de clase para que sus hijos no fuesen con los acusados al mismo aula: "Exijo que a mi hermano se le separe de esos agresores y de esas personas". Al final ha habido ciertos momentos más tensos cuando la familia de Antonio ha conseguido llegar hasta la puerta interior del instituto, donde finalmente, se les ha negado la entrada.

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