Un policía local está acusado de matar a una anciana para heredar sus bienes y, además de quedarse en su casa, comprarse un coche de alta gama. Según la Fiscalía habría intentado matarla en dos ocasiones, primero provocando un accidente de tráfico y luego empujándola contra las escaleras. El acusado lo niega todo y la familia pide prisión permanente revisable.
Teresa tenía 83 años y, cinco años después de su muerte, el principal sospechoso se sienta en el banquillo. Eran amigos, vivían a escasos metros y, aunque no eran familia, él era beneficiario del testamento de Teresa, cuya herencia superaba el 1.5 millones de euros.
El ministerio Fiscal cree que intentó matarla en dos ocasiones por un motivo económico. El 9 de febrero de 2020 habría provocado un accidente de coche con la mujer dentro del vehículo, le habría pedido que no se pusiera el cinturón de seguridad y habría dado un volantazo para impactar con un árbol.
Teresa estuvo casi una semana ingresada. A los 20 días, el 29 de febrero, acudió a su casa y, según el escrito de la Fiscalía "con la intención de causarle la muerte" le habría propinado "un fuerte empujón que hizo que cayera sobre las escaleras", lo que le produjo un fuerte traumatismo craneoencefálico "y un mecanismo de asfixia mecánica que produjeron su fallecimiento en el acto".
Es más, antes de este hecho, el policía habría acudido al notario con una mujer que se habría hecho pasar por Teresa para conseguir un poder notarial y un nuevo testamento en el que le nombrara heredero universal.
Tras su fallecimiento, el policía heredó su casa, su dinero y hasta un vehículo de alta gama. La Fiscalía solicita 47 años de prisión para él, creen que el motivo fue económico y le acusan de asesinato, asesinato en grado de tentativa, falsedad documental y blanqueo de capitales.
Sin embargo, el presunto asesino afirma que quería mucho a su amiga y que murió porque se cayó por las escaleras, versión que defiende su abogada: "Es inocente".