Un equipo de buceadores profesionales que prestan sus servicios de forma voluntaria continúa desde hace días con la búsqueda del pequeño Arek, el joven polaco de 15 años que desapareció el pasado 22 de febrero tras ser arrastrado por el oleaje en la costa del Charco del Viento, en el municipio de La Guancha, en Tenerife.
Los efectivos que participan en estos rastreos aprovechan espacios de tiempo que permiten acceder al mar por las condiciones meteorológicas, pero hasta ahora no han conseguido localizar el cuerpo del menor.
"Los buceadores y apneístas, Miguel Ángel Pérez y Adrián Gos, acompañados de Teresa Martínez, una de las psicólogas que atendió a la familia y que también es socorrista, acudieron a la zona con todo el equipo de rescate. Por espacio de unos 120 minutos, realizaron inmersiones en apnea escrutando cuevas, bajas y tubos lávicos en lo que se define como un fondo marino con miles de vericuetos y extremadamente difícil por las condiciones del mar", destacó el miércoles en redes sociales sobre las tareas realizadas la asociación 'Canarias, 1500 Km de Costa', que ha difundido imágenes de cómo los buzos buscan con linternas en las aguas más cercanas a la costa del Charco del Viento.
El pequeño Arek se encontraba buscando cangrejos y caracoles con su hermana de siete años cuando una ola alcanzó la orilla y ambos fueron arrastrados mar adentro desde el propio interior de la piscina natural del Charco del Viento. El padre de los hermanos se lanzó al agua y logró sujetar a su hija, pero perdió de vista a su hijo, cuyo rastro se perdió en una zona de costa llena de rocas y salientes. El adolescente fue tragado por el mar sobre las 11:30 horas de la mañana de aquel sábado 22 de febrero.
Arek viajó a Tenerife junto a sus padres y su hermana para pasar unos días de vacaciones y disfrutar de la playa y el sol en el sur de la isla. Aquel trágico día, ninguno de ellos conocía que estaba activada una prealerta en toda Canarias por fenómenos costeros, con olas de hasta cuatro metros. Tras lo ocurrido, los seres queridos del adolescente fueron asistidos por psicólogos y por un traductor, que los ayudó a realizar gestiones.
Las autoridades iniciaron un dispositivo de búsqueda por tierra, mar y aire, pero después de intensos días de batidas no encontraron resultados. Por ello, la madre de Arek, Kasia, contactó con la asociación 'Canarias, 1500 Km de Costa', a quienes solicitó que siguieran buscando a su hijo por todos los medios. Y así ha sido. Los buzos voluntarios, en colaboración con la asociación de prevención de ahogamientos, continúan pendientes del temporal para seguir buscando el cuerpo del menor. Mientras, la familia del adolescente ha regresado a Polonia con un inmenso dolor y a la espera de novedades. Aseguran que necesitan llevarlo de vuelta a su casa.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento