Desde hace años, los hospitales limitan la presencia de flores. Ya ocurre en varias comunidades y en otras depende de cada centro sanitario. Ahora en Cantabria han decidido regular la entrada de ramos en las habitaciones, pero con etiquetas que acrediten unas mínimas normas sanitarias.

Las direcciones generales de Salud Pública y Comercio y Consumo, en colaboración con la Asociación Cántabra de Empresarios Floristas han establecido una serie de requisitos para el acceso de ramos de flores a los centros sanitarios de la comunidad.

Y es que los ramos deberán ser adquiridos obligatoriamente en una floristería, tener un tamaño concreto y poseer un etiquetado específico. El gobierno cántabro ha puesto sobre la mesa nuevas medidas para mejorar la salud pública, según ha expuesto en un comunicado. Junto a la ACEF, ha implantado un ‘código de buenas prácticas’ que regula la entrada de flores en los hospitales con el objetivo de asegurar la seguridad y salubridad de los espacios sanitarios, de los profesionales y de los propios pacientes.

Desde este momento, los ramos que pasen al interior de los centros sanitarios cántabros deberán ir identificados con una etiqueta que garantice que se cumplen los requisitos exigidos por el gobierno. Según explica José Luis Teja, coordinador seguridad del paciente SCS, se trata de "una regulación que viene bien tanto al sector comercial, como al sector sanitario desde el punto de vista de la salud pública”.

En cuanto a los requisitos, “se ha pedido que los ramos no sean demasiado grandes, que no lleven agua, que tengan una fecha de preparación indicada” y que vayan protegidos con un envoltorio impermeable. Los clientes deberán informar también a los floristas si el receptor de estas flores se encuentra en un área de atención restringida.

Los propios comercios serán los responsables además de garantizar su trazabilidad y no podrán entregar flores o plantas que no cuenten con los controles fitosanitarios pertinentes. El comercio también será el encargado de etiquetar el ramo: “La etiqueta tiene el sello del gobierno de Cantabria, la etiqueta de la ACEF y la fecha de entrega”, apunta José Manuel López, presidente de la Asociación Cántabra de Empresarios Floristas.

Esta nueva medida no ha sentado bien a gran parte de la población: "No pueden obligar a nadie a que las flores sean de determinados sitios o de determinados tamaños”. Muchos opinan que “se pasan un poco” y deberían controlar antes “la salud y seguridad en otras cosas”.

Por parte de los floristas, ven acertada la decisión del gobierno y creen que la medida pionera servirá de ejemplo para el resto de comunidades autónomas

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