El voto ultra es mayoritariamente masculino, por lo que nos hemos preguntado qué es lo que les atrae de esa radicalidad y cuál es el motivo de que les inspire confianza. A una semana del 8M, del Día de la Mujer, las feministas responden si el voto femenino y feminista puede frenar a la ultraderecha, como ya ha ocurrido en Suecia y en Alemania, según informan Noelia Camacho y Eneritz Gómez.
Las mujeres han sido nítidas en dichos países votando por opciones progresistas mientras que los hombres, sobre todo entre los 18 y 24 años, es decir, la generación Z, han respaldado a los partidos políticos de la ultraderecha.
Cada vez que la ultraderecha niega la violencia de género, los progresistas ganan votos femeninos. Las propuestas del feminismo radical ahuyentan al electorado masculino, que busca cobijo en VOX. En España, según las encuestas, el 60% de los votantes de la formación de Santiago Abascal son hombres.
"Necesitamos más hombres feministas", subraya Ángeles Álvarez, exdiputada del PSOE. Quien ha usado este asunto con inteligencia electoral han sido las mujeres de ultraderecha en Francia, Marine Le Pen, e Italia, Giorgia Meloni.
Sin embargo, hay enemigos del avance feminista como son sus propias luchas internas o los escándalos sexuales. Eso resta fuerzas ante el avance ultra.
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