En un contexto marcado por el creciente poder de los grupos de narcotráfico internacionales, la lucha contra el crimen organizado se ha convertido en una prioridad para los gobiernos de todo el mundo. España afronta ese problema desde el sur, así como las ruta que atraviesan el continente europeo.

Para analizar el desafío del narco en España y Europa, Carlos Franganillo ha entrevistado en Informativos Telecinco a Rosa Ana Morán, fiscal jefa de la Fiscalía Especial Antidroga.

Tal y como señala Morán, el primer puerto de entrada de cocaína hasta 2024 ha sido Amberes, el segundo Rótterdam y, según el año, Valencia, Algeciras o Barcelona. Pero lo cierto es que se está reduciendo mucho la incautación en Amberes y en Rótterdam, algo que puede ser "preocupante", según la fiscal.

"Si la droga no está entrando por allí, significa que está entrando por otros puertos. España es receptora del hachís de Marruecos y por la relación y los puertos que tenemos, la llegada de cocaína a España es muy importante. Por si fuera poco, somos los primeros productores de la Unión Europea de cannabis, un penoso logro", señala Rosa Ana Morán

Sobre los grupos de narcotráfico que trabajan en España, la especialista señala a bandas colombianas, ecuatorianas y albanesas. No sin olvidar la importante presencia de las mafias españolas.

Los narcotraficantes cuentan además con un "país refugio" en el que se mueve la inversión económica. Se trata de Dubái. "Tenemos varias extradiciones pendientes de Dubái y algunos son españoles. La Unión Europea está centralizando en Dubái nuevo trabajo. Tenemos que conseguir una mejor cooperación con esos países", subraya Morán.

Una de los principales cambios que se están dando en la forma de introducir la droga en España es la potenciación de otras rutas, debido a la presión en el estrecho. "Si aprietas en Algeciras, las bandas van al Guadalquivir. Ahora mismo, Sevilla y Huelva están en una muy mala situación", destaca la fiscal.

Otro dato preocupante es el aumento de la violencia. "Cada vez hay mayor nivel de violencia y hay más armas. Eso es lo que ha llevado a países como Países Bajos, Bélgica o Francia a aumentar a los fiscales antidroga", cuenta. La fiscal recuerda la escalada de violencia en Países Bajos, donde se produjeron amenazas a varios ministros del gobierno holandés y a la realeza.

¿Ocurrirá algo parecido en España? "Lo temo, por eso creo que hay que advertir de que hay que poner los medios para que así no lleguemos a ese extremo", apunta Rosa Ana Morán. La respuesta judicial es clave en la lucha contra el narcotráfico y la fiscal cree que la organización judicial "no está adaptada" al sistema de delincuencia organizada.

"Creo que la organización judicial no está adaptada para dar una respuesta adecuada al sistema de delincuencia organizada. Cualquier juzgado es competente, y esos juzgados no tienen una especialización en la lucha contra la delincuencia organizada", sentencia.

La fiscal explica que es muy difícil investigar un caso de corrupción en sitios pequeños como Algeciras. "Investigar que haya algún tipo de miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o de vigilancia aduanera o de incluso los trabajadores privados del puerto es difícil porque hay filtraciones y es muy difícil de investigar", opina.

Esa corrupción es individual, "pero no generalizada", añade la fiscal. "La capacidad económica de estas organizaciones es muy alta y efectivamente puede uno caer en la tentación de hacer una pequeña ayuda y a partir de ahí están completamente enganchados a la organización y no pueden salir", sostiene. Finalmente, la fiscal destaca la importancia de reducir la demanda. "Hay que advertir, sobre todo a los jóvenes, que tomar cannabis, que es la sustancia más consumida, no es inocua y que hace daño". "Cuando uno entra a trabajar aquí sabe que no va a acabar con el delito, es muy difícil y con el tráfico de drogas tampoco", concluye.

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