Rayco García, el segundo máximo accionista CD Tenerife, equipo de fútbol canario, está en el foco de la Justicia tras ser denunciado por una joven que ha asegurado ante las autoridades que el empresario la obligó a abortar contra su voluntad amenazándola tanto a ella como a su familia tras quedarse embarazada de él.

Detenido durante la tarde del miércoles después de la denuncia interpuesta el 11 de febrero en una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, tras prestar declaración ante el Juzgado de Violencia Número 1 de Santa Cruz de Tenerife por un presunto delito de coacciones en el ámbito de la violencia de género, Rayco García fue puesto en libertad provisional y bajo la condición de investigado.

La presunta víctima, de 27 años, declaró que, tras quedarse embarazada de él, no dejó de recibir presiones por parte del empresario para que abortara, algo a lo que se negó desde un principio. Así, de las presiones Rayco García pasó a las amenazas, –según afirma la joven en su denuncia–, en la que llega a declarar que entre esas amenazas estaba incluso la posibilidad de matar al bebé en Arabia Saudí, donde el segundo máximo accionista del Tenerife tiene contactos por su labor vinculada al negocio del fútbol.

Además, en esa misma denuncia, tal como recoge Europa Press, la denunciante sostiene que Rayco García llegó a amenazar a la madre de la joven.

Tras un primer intento fallido en Madrid, el aborto finalmente se practicó en una clínica de Tenerife, en contra de su voluntad y por miedo a sus amenazas, según asevera.

En su declaración, según apunta el medio tinerfeño El Día, la joven expresó que los hechos denunciados se escalonan entre el 7 de abril de 2024 y el 5 de febrero de 2025, siendo el 10 de mayo del pasado año cuando la relación que mantenían dio un vuelco al comunicar ella que, tras sospechar que estaba embarazada, todo se confirmó con un primer test.

La denunciante afirma que mantenía una relación con él desde el 13 de abril y hasta el 8 de agosto de 2024. No tenían hijos en común y, según su declaración, de la que se hace eco el citado medio canario, en un primer momento Rayco García supuestamente pareció alegrarse, para después mostrar seguidamente su negativa a que ella siguiese adelante con la gestación.

A partir de ahí, lo que relata, según el medio El Día, remitiéndose a las palabras de la denunciante, es una sucesión de episodios donde el empresario persiste de forma continuada en sus intentos por lograr que ella abortase.

“Esto no estaba en mis planes. Tienes que abortar. No puede ser”, asegura que le expresó, para a continuación ir escalando en el tono de sus demandas. “Tienes que abortar, el hijo no se va a tener”, insistía, afirmando que no quería ser padre todavía, sino cuando tuviese 40 años.

De las presiones, asegura la joven, pasó a las amenazas: “Como tú lo tengas voy a destruirte a ti y a tu familia. Tu hijo no va a ser un obstáculo para impedirme mi futuro en el Tenerife. Me voy a volver loco”, afirma que le dijo un 27 de mayo, cuando tras un encuentro ella insistió en su idea se seguir con el embarazo.

“Como tú te atrevas a tenerlo… ahí sí que vas a tener un problema. Si lo tienes te saco en los periódicos”, cuenta que le dijo, para después entrar en un tono más conciliador.

No duraría mucho esto último, según el relato de la denunciante que recoge El Dia, expresándose que las amenazas continuaron.

“Yo no puedo tener hijos hasta que cumpla 40 años. Yo conozco a gente que hace desaparecer gente”, asegura que le dijo.

Además, en su relato cuenta que Rayco García señaló a su familia, que durante todo el proceso, a través de personas como su hermana y su madre intentaron mediar para protegerla, haciéndole ver que, si ella seguía adelante y decidía tener al bebé, no le necesitaban para nada si esa era su postura.

Así lo afirma la denunciante, que apunta que el empresario amenazó: “Te voy a avergonzar delante de tu familia. Te voy a atacar socialmente. Como tengas al bebé, me lo llevo a Arabia y no lo ves más”.

Además, según el citado diario y apuntando siempre a la versión de la joven, asegura que en otra ocasión, sin estar ella presente, le dijo a su hermana: “Como tu hermana no aborte, la mato. Te juro que la mato”.

Finalmente, contra su voluntad y por miedo a las amenazas, según indica, el aborto se practicó en una clínica de Tenerife.

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