La expectación mediática ha sido máxima en los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid, donde la actriz Elisa Mouliaá y el exdiputado Íñigo Errejón han declarado por primera vez ante el juez tras la denuncia por abuso sexual que ella interpuso meses atrás. En 'Vamos a ver', Jorge Piedrafita Puig, abogado de la acusación popular en representación de la Asociación Defensa Integral Víctimas Especializada (ADIVE), ha analizado cómo se han desarrollado estas declaraciones.
Piedrafita ha explicado que Mouliaá ofreció un relato coherente, constante y sólido sobre lo sucedido. "Primero vimos a una víctima, doña Elisa, quien ha dado un relato coherente, constante y sólido de lo que había pasado. Dada la intensidad, se le ha repreguntado todo para evitar equívocos. Ha habido momentos donde lo ha pasado mal, con tensión, ira, falta de aire y llanto, síntomas propios de una víctima de abuso sexual", ha detallado.
En contraste, el abogado ha señalado que Errejón ha mantenido una actitud tranquila y ha intentado defenderse con un discurso preparado. "Frente a eso, el señor Errejón, ha usado con elementos y un discurso preciso para defender su versión del personaje, pero ha habido momentos donde el personaje se ha callado y ha salido la verdadera persona", ha afirmado.
Durante sus declaraciones, ambos han ofrecido versiones contradictorias. El exdiputado ha reconocido que hubo besos y tocamientos, pero ha insistido en que todo fue consentido. Por su parte, Mouliaá ha ratificado su denuncia y ha añadido que pudo haber sido drogada, insinuando que le pudieron echar algo en la copa.
"La señora Elisa ha dicho que, como llevaba tiempo sin beber alcohol por su embarazo, el señor Errejón le llevó dos copas y comenzó a beber más de la cuenta. Se empezó a encontrar mal, y es ante la insistencia de '¿Cómo podría estar tan ebria de no recordar?', que, tras varias preguntas, ella ha sugerido que pudieron haberle echado algo en la copa".
Piedrafita ha destacado que considera más creíble el testimonio de la actriz: "Me han parecido más convincentes los argumentos de doña Elisa Mouliaá porque ha mostrado elementos de lógica, ha respondido a todo, y Errejón no". El abogado también ha aclarado un detalle sobre el relato inicial de Mouliaá respecto al cierre de la puerta: "Lo del pestillo fue una mala transcripción de la Policía. Ella recuerda que la puerta estaba cerrada, pero tiene presente el gesto de Errejón sujetándola para asegurar que no se pudiera abrir".
Según Piedrafita, al final de su declaración, Errejón ha realizado comentarios despectivos que han mostrado una faceta menos calculada de su discurso. "Al final de la declaración ha hecho comentarios barriobajeros y soeces, como: 'Se puede imaginar que hablábamos de dónde íbamos a follar. No acabamos en la habitación porque con 40 años no lo haces en casa ajena'. Ese tipo de cosas han sacado a la persona y no al político", ha concluido.
El juez ha otorgado a ambas partes cinco días para presentar pruebas que respalden sus versiones.