'TardeAR' ha entrevistado en directo a Luis, un informático de 43 años que trabajaba en una farmacia y que fue denunciado por sus compañeros y compañeras después de que descubriesen que había puesto una cámara en el baño para espiarles.
El acusado ha alegado que recibió el paquete con la cámara en su trabajo y que una de las compañeras lo abrió y le preguntó para qué era, pero él le dijo que era para pillar a una persona que le estaba robando el correo en su domicilio, pero es él mismo quien entra en el programa para contar el por qué lo hizo y si se arrepiente de los actos que llevó a cabo.
''Esto viene derivado de una situación en la que una persona, empleada de la farmacia, venía repitiendo una serie de hurtos. Yo me tomé el asunto más a pecho, me involucré y acabe haciendo esto porque sospechaba que en estas instalaciones estaban ocurriendo hechos relacionados con los hurtos'', comienza explicando Luis en 'TardeAR'.
Y continúa defendiendo sus actos: ''En esa zona de la farmacia, que es un piso que está dos plantas por encima, habitualmente solo trabajamos dos personas y solo usamos ese baño dos personas. Aparec euna tercera persona que no tendría que estar allí y me hace sospechar''.
''Por eso decido intentar dar con pruebas para poder ejecutar despidos que se nos estaban complicando mucho porque en este país es muy difícil despedir a una persona que te está robando en tu empresa'', alega el acusado.
La abogada del acusado también ha entrado en directo y ha explicado que Luis aún no ha declarado, pero explica que se disculpará por lo sucedido: ''Va a pedir perdón sobre los hechos que él ha realizado, vamos a intentar reparar el daño causado a quienes quiera que hayan sido perjudicadas por los actos realizados por él''.