La Audiencia Provincial de Lugo ha condenado a un hombre de 65 años a 37 años y seis meses de prisión por agredir sexualmente a sus dos nietas durante quince años. Una terrible práctica que realizaba a cambio de regalos y amenazas y para la que, en ocasiones, recurría a la sumisión química.

Los hechos ocurrieron entre los años 2005 y 2021 y ha sido una de las víctimas ha relatado en nuestro programa algunas de las cosas que vivió en sus propias carnes: “Mi primer recuerdo es con seis años, en la habitación de mis abuelos viendo una película”.

“Todo empezó con tocamientos y manipulación (..) En mi caso, no usó la violencia, ni golpes ni nada”, explica la víctima ante las cámaras de ‘Vamos a ver’. “Me avergonzaba no poder frenarlo”, asegura.

Belén, que es el nombre ficticio que hemos utilizado para referirnos a ella, cuenta que tenía miedo de hablar con sus seres más cercanos por miedo a “desestructurar la familia”: “Era el abuelo al que todos necesitábamos para algo”, afirmaba.

Sobre el motivo por el que decidió hablar, la víctima explica. “Lo cuento porque volvió a pasarme con 16 años. Tengo una sobrina y una hermana pequeña y pensé en que la cadena podría seguir, así que se lo conté a mi hermana mayor”, declaraba.

Al revelarle lo que le ocurría, descubrió que ella había pasado por lo mismo: “Mi hermana ha sufrido las mismas agresiones que yo. Mi abuelo cogió a las más vulnerables y ninguna quería romper ese vínculo familiar”, apuntaba Belén.

Explica que, al contárselo a su madre, ella estuvo “un par de días en un shock bastante grande”: “Después de hablarlo con ella, denunciamos directamente. La mayor parte de la familia nos creyó y quiero pensar que mi abuela no consentía”.