El acusado de violar a su sobrino cuando el niño tenía entre 12 y 14 años en el Arenal, Palma de Mallorca, ha negado este jueves las acusaciones de agresión sexual. El hombre ha negado los cargos y ha culpado a la madre de indisponer al menor en su contra.
El juicio contra el hombre, para quien Fiscalía reclama 18 años de cárcel, comenzó el martes y ha seguido este jueves con la declaración de varios peritos y el acusado, que lo ha hecho en último lugar.
Los hechos juzgados ocurrieron, según el escrito de acusación del Ministerio Público, a lo largo de los años 2021 y 2022, cuando el niño acudía en algunas ocasiones a dormir a casa de su tío.
El adulto aprovechando que dormían en la misma cama, se pegaba al niño y le cogía la mano para que le tocara los genitales. En otra ocasión, en medio de un juego, el procesado agarró con fuerza al niño, le arrancó los pantalones y lo violó.
Siguiendo el escrito de acusación de la fiscal, como consecuencia de estos hechos ha sufrido una elevada ansiedad que desembocó en un intento de autolesión y a seguir tratamiento psiquiátrico.
El acusado ha respondido al Fiscal: "Están mintiendo", al ser preguntado por los presuntos episodios de abusos sexuales presuntamente cometidos en el piso del acusado.
En su defensa, el hombre ha apuntado a la madre de la víctima, a la que acusó de actuar "por venganza, soberbia y rabia" cuando él le dijo que el menor estaba consumiendo y traficando con drogas. Respecto a la declaración de la víctima, ha dicho que fue "sumiso" a lo que decía la madre y que hizo un relato de los hechos "como si fueran ajenos a él".
Según ha relatado, la denuncia fue el punto culminante a un episodio vivido a principios de 2023. Al parecer, el niño desapareció unos días del domicilio y la madre de la víctima pidió al procesado que no le acogiera, porque "le había echado de casa" por haber consumido drogas. Según el acusado, el menor dijo a su tío que quería irse de casa, porque su madre le había dicho "que no quería saber nada de él". La madre, por su parte, acusaba al hombre de poner a su hijo en su contra.
El procesado, en otro momento del interrogatorio, ha relatado que en varias ocasiones reprochó a su hermana que el menor estuviera consumiendo drogas.
A propuesta de la defensa, ha comparecido un perito criminólogo que ha dudado de la fiabilidad de los informes de la Unidad de Valoración de Abuso Sexual Infantil (Uvasi). "Se hicieron sólo dos entrevistas. No tenía la calidad que tiene que tener un organismo que se dedica a esto", ha afirmado el testigo, que ha admitido que no entrevistó a la víctima.
Se realizaron cinco entrevistas con el acusado así como con el entorno familiar, tras lo cual concluyó que la madre de la víctima mantenía una influencia negativa sobre él. "Todos los testimonios la definían como manipuladora", ha señalado.
Además, ha añadido que los informes que analizó apuntaban al niño como un menor que había sufrido episodios de paranoia y que se definía como "egoísta y oportunista".
La Fiscalía pide para el hombre 18 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual y por otro de agresión sexual con penetración a menor de 16 años, libertad vigilada por dos décadas, alejamiento por 34 años, así como una indemnización de 50.000 euros.
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