El caso de Juana Rivas suma un capítulo más en los tribunales, los abogados de la granadina han presentado en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Granada una denuncia contra su exmarido Francesco Arcuri por violencia de género.
La denuncia presentada alega acoso telefónico por parte del italiano a Juana Rivas, realizando casi un centenar de llamadas entre los días 22 de diciembre de 2024 y el 12 de enero de 2025. Además, le mandó varios mensajes intimidatorios que, según su equipo jurídico, constituyen un delito de violencia de género por amenazas leves y acoso telefónico.
En la denuncia, se solicita orden de protección para Juana Rivas y sus hijos en la que se contengan "todas las medidas oportunas para garantizar su seguridad y bienestar"; así como la suspensión del régimen de guarda y custodia exclusiva del hijo pequeño que actualmente ostenta el padre, tras las resoluciones emitidas al respecto por los tribunales italianos.
Alternativamente, y en cualquier caso, piden que se adopte una medida cautelar de alejamiento y prohibición de comunicación, de modo que Arcuri no pueda acercarse a Juana Rivas y sus hijos, ni tener ninguna comunicación directa o indirecta con ellos hasta que haya una resolución definitiva.
Según recoge ElDiario estos mensajes y acoso realizados por Arcuri, explicados detalladamente y por orden cronológico en la denuncia, obligaron a Juana a irse junto a sus hijos de su domicilio por miedo.
La petición se enmarca en una nueva denuncia de Rivas al que fue su marido y en el relato del menor de los dos hijos de la expareja, que llegó a Granada con un permiso visitando a su madre y a su hermano, ya mayor de edad y que vive en esta provincia andaluza.
En la denuncia, los abogados de Juana Rivas especifican que "si bien es cierto que no existe ninguna orden de prohibición de comunicación entre ambos, debe tenerse en cuenta que es pública la animadversión mutua que sienten y por este motivo estos reiterados intentos de contacto están generando en Rivas el lógico desasosiego y preocupación, habiendo incluso llegando a irse de su domicilio o suspendido su asistencia a alguna reunión familiar propia de las fechas navideñas".
Afirman que este presunto "acoso telefónico" se inició estando Arcuri en España, "país al que se había desplazado" sin que les conste el motivo de este desplazamiento.
"No existe ninguna justificación para estas llamadas. Es obvio que la relación entre ambos es de absoluta hostilidad, con múltiples denuncias, querellas y demandas entre ambos y, es incluso conocido que expresamente hemos denunciado esta situación de continuo acoso en otros procedimientos, tanto en Italia como en España. El denunciado tiene pleno conocimiento por los medios de comunicación y a través de su abogado en Italia de la existencia de nuevas denuncias y de que considerábamos un riesgo entregar al menor Daniel Arcuri a su padre", agrega el equipo jurídico de Rivas.
Por todo ello, sostienen, "era plenamente conocedor de que su injustificada visita a España del 22 al 24 de diciembre de 2024, unida a determinados mensajes que se ventilan en otro procedimiento, habían generado ya el justificado temor de la denunciante, e incluso, la existencia de una evaluación Viogén con riesgo alto", aseguran.
Para los abogados, las distintas denuncias presentadas en España y en Italia, analizadas en su conjunto, "acreditan que Arcuri tiene la intención de controlar y subyugar a todos los miembros de la familia, y en especial, a su expareja", tratando de "imponer su presencia y perturbar la paz de la denunciante, alterando su vida cotidiana".
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