Un trágico suceso ha conmocionado al vecindario de Málaga este pasado sábado, 4 de diciembre. Un hombre de 70 años habría asesinado con una escopeta a su amigo y presunto compañero de piso, según informaron las autoridades. Los disparos alarmaron a los vecinos, quienes alertaron a la Policía tras ver al agresor abandonar la vivienda. Poco después, fue detenido en un restaurante, donde reconoció los hechos. La víctima, un hombre muy querido por sus vecinos, ha sido recordado como una persona noble y generosa. En 'Vamos a ver', hemos entrevistado a Gabriel Jiménez, un vecino que vive frente al lugar de los hechos y que conocía tanto al agresor como a la víctima. Jiménez ha compartido un desgarrador relato de lo ocurrido y su experiencia personal con el presunto autor del crimen.

Gabriel Jiménez ha explicado que estaba en su casa cuando comenzaron los disparos: "Estaba en mi cuarto y mi perro ladró porque sonaban unos 'petardos'. Abrí la persiana para mirar y vi al agresor cerrar la puerta de su casa y salir pitando". Inmediatamente después, otros vecinos llamaron a la policía. "La policía saltó la valla, abrió la puerta y ya vieron el cadáver", ha descrito. Según su testimonio, algunos vecinos ya habían expresado preocupación por la actitud violenta del presunto agresor en otras ocasiones.

Sobre la relación entre víctima y agresor, Jiménez ha desmentido la versión inicial de las autoridades que los calificaba como compañeros de piso: "Ellos eran amigos, nada más. Que de vez en cuando, por la borrachera, se quedara a dormir, vale, pero no eran compañeros de piso". "La víctima era un buenazo", ha dicho con indignación.

Por otro lado, el testigo ha confirmado el comportamiento conflictivo del detenido, asegurando que "daba demasiados problemas en el barrio". Según Jiménez, el hombre "se dedicaba a beber y, borracho, cambiaba su forma de ser". Incluso ha revelado un incidente personal con él: "Le pillé en mi cochera robando, salió corriendo, y lo tengo denunciado; tenemos pendiente un juicio".

El testimonio de Jiménez ha puesto de manifiesto las dudas sobre cómo alguien tan conflictivo podría haber sido amigo de una víctima tan noble. "No lo entiendo ni yo. La víctima era buenísima, siempre se metía en las discusiones para separar, sobre todo cuando el agresor causaba discordia. La discusión surgió de eso". Con tristeza, Jiménez ha concluido: "Siento mucho lo que ha pasado. Hoy en día, la muerte sale barata".