La familia de Carolina Vargas Bottaro, la joven de 29 años desaparecida en Velilla de San Antonio (Madrid), está atravesando su peor Navidad. El pasado 21 de diciembre se encontraba en la vivienda de su tía y tutora legal, Lourdes, como le corresponde cada fin de semana. De lunes a viernes, Carolina vive en el complejo hospitalario Benito Menni de Arroyomolinos, un centro de "acogida, cuidado y asistencia" de personas con problemas de salud mental o discapacidad física o intelectual. Pero, como todos los viernes, el día 20 acudió a casa de su tía para pasar con ella el preludio de la Navidad.
Según ha contado Lourdes a la web de Informativos Telecinco, la mañana del día de su desaparición no vio en Carolina ningún signo de angustia o de intención de escaparse: "Aquel sábado fue un día normal. Mi sobrina quería quedarse en la cama y yo misma tuve que convencerla de que me acompañara a la compra, por lo que no creo que supiera que iba a encontrarse con Douglas en la calle. Él es un compañero de la residencia de Arroyomolinos en la que viven y de la que él se había escapado la noche anterior. Ambos tienen discapacidad intelectual", ha explicado como familiar.
Cuando se lo topó haciendo recados, el joven estaba desorientado, y Lourdes decidió darle diez euros a su sobrina para que "le acompañara al autobús y le ayudara a volver a la residencia". Desde entonces, nadie ha vuelto a ver a ninguno de los dos. "Yo no me podía imaginar que iban a desaparecer. Carolina lleva un año muy bien, con atención psicológica (además de sanitaria) y, por consejo médico, cada vez le damos una mayor autonomía. Hay veces que le pido que vaya a comprar a la plaza del pueblo y vuelva para que lo haga ella sola y nunca habíamos tenido ningún problema", ha dicho, por lo que ella no cree que Carolina tuviera la "voluntad de marcharse".
Han pasado ya once días sin que la familia tenga noticias de ella y su desesperación crece por momentos. Lourdes se puso en contacto con SOS Desaparecidos y con el SAMUR Social, a quienes les dio todos los datos de su sobrina: "Ni ella ni Douglas tienen dinero ni documentos. No tienen ningún amigo que esté fuera de la residencia y que les pueda estar dando cobijo. ¿Dónde están? ¿Están durmiendo en la calle? No pueden estar escondidos", ha comentado, con la preocupación constante de que les haya "ocurrido algo malo". Si bien no es la primera vez que Carolina desaparece, "nunca lo había hecho durante tanto tiempo".
Por su parte, Katy, la tía de Douglas, que se ha hecho cargo de él desde que la madre de éste falleciera el pasado 3 de enero de 2023, no puede "entender" que su sobrino, con un 75% de incapacidad intelectual, "entre y salga del centro hospitalario sin control", reconoce en conversaciones para este medio. "Hay veces que, cuando le llevo a la residencia, no he llegado a la parada del autobús y él ya se ha escapado. No puede ser que no le vigilen. Yo necesito saber que está allí bien, cuidado y alimentado. Ahora no sabemos dónde está, me preocupa él, me preocupa la chica. No puedo ni comer pensando dónde estará o qué le estarán haciendo", ha afirmado en otra entrevista exclusiva, clamando por cualquier información sobre el paradero de los dos desaparecidos.
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