La acción cultural, herramienta para la reeducación en la cárcel: 8 de cada 10 presos en terapias de reinserción no regresan a prisión
Para lograr reintegrarlos a la sociedad se trabaja con programas terapéuticos, algunos de ellos enfocados a la cultura
En total hay unos 50.000 presos en España repartidos en 80 centros penitenciarios, así como unos 21 grupos de teatro activo
Para estas actividades culturales tienen que haber cumplido una cuarta parte de la condena y estar clasificados en segundo grado
Ocho de cada diez presos en terapias de reinserción no vuelven a la cárcel. Para lograr reintegrarlos a la sociedad se trabaja con programas terapéuticos, algunos enfocados a la cultura. Para ello, hacen salidas al teatro y reciben la visita también de algunas actores; actividades que, aseguran, les ayuda a
En total hay unos 50.000 presos en España repartidos en 80 centros penitenciarios, así como unos 21 grupos de teatro activo. Como informa en el vídeo Malena Guerra, para poder salir a ver las obras, los presos tienen que haber cumplido una cuarta parte de la condena y estar clasificados en segundo grado.
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“Es una herramienta que nos permite ver cómo se incorpora (el preso) socialmente”, nos cuenta Lourdes Gil Paisán, coordinadora de ‘Tratamiento y Gestión Penitenciara Madrid VII’.
Las actividades culturales, una herramienta valiosa y enriquecedora para algunos presos
En el marco de estas acciones, en el Centro Penitenciario Madrid VII el elenco de la obra ‘Nada’ ha devuelto la visita que los presos les hicieron en el Teatro María Guerrero.
“Yo llevo siete años en prisión, pero ya me han progresado a tercer grado. Lo más gratificante, lo más bonito y lo más especial que he vivido en una salida ha sido la de ir a ver esta obra”, expresa María ante nuestras cámaras.
“Este tipo de actividades para nosotros son muy alimenticias”, afirma, por su parte, Carmen, con tres años de condena.
Como explica Alfredo Sanzol, director del Centro Dramático Nacional, este tipo de actividades son también “importantísimas” para “abrir posibilidades a otras maneras de vivir”.
“Las personas que, por ejemplo, tengan un problema con la violencia, están viendo violencia; están viendo cómo se sienten las víctimas. Enriquece para que le den una solución positiva”, cuenta José Carnerero, subdirector de Tratamiento del Centro Penitenciario Madrid VII, refiriéndose también a la obra ‘Nada’, de Carmen Laforet, dirigida en el Teatro María Guerrero por Beatriz Jaén.
La cultura, clave para la reinserción y la reeducación
Este programa de mediación con el Centro Dramático Nacional permite que los presos encuentren en el teatro un ‘espacio no-cárcel’ con un gran componente terapéutico.
“(Ayuda) para culturizarme mejor, ya que mis vivencias son distintas, mi forma de entender la vida ha sido otra. Usas palabras, usas cosas, vivencias de otras personas que te ayudan a formalizar una mejor reinserción”, señala Adán ‘El Cuba’, preso con 21 años de condena.
“Te hace ver todo de otra manera. Te hace incluso plantearte varias soluciones cuando tienes un problema”, apunta Juan, con 18 años de condena.
“También desde ahí estamos interviniendo en su desarrollo personal”, enfatiza Lourdes Gil Paisán, en ese sentido, mientras Fernando Sánchez, coordinador del Club de Lectura Madrid VII nos explica esa ayuda que prestan: “Al final, lo que intenta el libro y la cultura es, de alguna manera, buscar una respuesta fuera de lo que significa estar aquí y las causas que les ha traído aquí. Ahí creemos que la acción cultural es una herramienta muy potente para la reinserción y la reeducación”, sentencia.
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