La burocracia podría hacer que Juani tenga que abandonar su kiosko en menos de 10 días: "Es mi única fuente de ingresos"

Alrededor de un kiosko del centro de El Puerto de Santa María (Cádiz) hay una movilización ciudadana. Varios vecinos que en sus carteles tienen escritas frases como 'no al cierre', 'esta familia tiene derecho a trabajar' o 'ante un alcalde sin corazón un pueblo que hace unión' están intentando hacer todo lo posible para que Juani, propietaria del establecimiento, no deba abandonarlo en un plazo de 10 días por orden del Ayuntamiento.

Un trámite burocrático del que ella no tenía conocimiento puede hacer que pierda su única fuente de ingresos. Juani heredó el kiosko de su suegra, y por no saber que debía actualizar la concesión municipal tras haber fallecido hace cuatro años el titular, puede ser que el establecimiento sea derrumbado por una empresa que contrate el consistorio.

"Me veo en la calle sin nada"

"No entiendo nada, me vino una carta en la que me dicen que tenía que abandonar el negocio en 10 días", dice Juani, visiblemente emocionada, en 'TardeAR'. Cuenta además su frustración al intentar ponerse en contacto con cualquier personal del ayuntamiento para solucionar el ajetreo burocrático. "Me dijeron que molestaba y que mi kiosko no cabía por ningún lado porque iban a hacer un bloque de viviendas", denuncia.

Además, Juani tendría que hacer frente a los gastos del derrumbe de su propio negocio sin ella consentirlo. "Me veo en la calle sin nada", lamenta. Pide por ello la máxima colaboración ciudadana y difusión para conseguir mantener vivo su establecimiento. Como decimos, el dinero que produce el kiosko es lo que sustenta a esta gaditana y a sus dos hijos, ya que su marido no puede trabajar porque tiene una discapacidad. "Yo soy la que llevo mi familia para adelante, mi marido no puede", dice.

Una posible solución que evitaría el abandono

Su frustración pasa también por la forma en la que ha recibido la orden de tener que abandonar el kiosko. Se enteró a través del inspector de sanidad que debía actualizar la titularidad del establecimiento, y ella le preguntó por los pasos que tenía que seguir para hacerlo. "¿Por qué no vinieron a avisarme que tenía que cambiarlo de nombre? Todo lo que me viene intento arreglarlo, nunca me he negado a nada", ha relatado en directo Juani.

La abogada Beatriz Uriarte ha explicado cuál podría ser una posible solución para que al menos se paralice el abandono del establecimiento en el plazo de diez días. "Lo único que puede hacer es pedir de forma cautelar al Tribunal de los Contencioso Administrativo que eso se paralice", puntualiza.

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