Federico Biayna, víctima del macabro asesinato a pedradas en Marratxí, fue acusado de pederastia cuando tenía 17 años. Así lo han revelado nuevas informaciones sobre el caso, que hemos podido conocer en profundidad en 'Vamos a ver'.
La hermana de Federico ha desvelado en exclusiva para nuestro programa detalles desconocidos hasta ahora sobre la infancia de su hermano. Según su testimonio, Federico fue víctima de abusos sexuales por parte de un familiar cuando era apenas un niño, entre los 8 y los 12 años. Este trauma, según su hermana, le causó una discapacidad del 50% que le dificultaba discernir entre el bien y el mal. "Eso ocurrió cuando él era menor, no adulto como están diciendo", aseguró.
Esto le afecto de forma que él mismo terminó convirtiéndose en agresor sexual y con 17 años comenzó a agredir a otros menores. Por esos hechos fue condenado a un año en un centro de menores y otros diez en un centro del Palma. Su familiares insisten que, cuando salió de la cárcel, fue sometido a terapia psicológica lo que le recuperó completamente. La relación entre Biayna y su presunto asesino, Sebastián, un ciudadano venezolano, estaba marcada por la toxicidad, según las últimas informaciones. Ambos planeaban casarse próximamente, un hecho que Sebastián aprovechaba para agilizar los trámites para obtener la nacionalidad española.
María Vicente, reportera del programa, se ha trasladado a los juzgados de Palma para seguir de cerca la evolución del caso. Según Vicente, el detenido ha pasado a disposición judicial y se prevé una larga jornada de interrogatorios: "Ha bajado del coche totalmente tapado con una manta, para que no fuese posible verle". La autopsia ha revelado detalles escalofriantes sobre el crimen, ya que parece que la víctima fue atacada por sorpresa y no tuvo oportunidad de defenderse. "No se han encontrado marcas de defensa en su cuerpo", ha concluido.