La vida de muchas personas nos recuerda una y otra vez que, como se suele decir, a menudo nos quejamos por vicio.

Es lo que a la mayoría les ocurre al conocer a José Miguel, un informático mallorquín de 36 años que se tendrá que gastar alrededor de 80.000 euros para poder conseguir su sueño: sacarse el carnet de conducir y poder ser autónomo.

Él no tiene brazos, pero tampoco sabe de imposibles. Ha gastado tanto dinero porque solo hay una autoescuela en toda España, ubicada en Bilbao, con el vehículo adaptado para recibir sus clases prácticas.

"Tengo que irme a Bilbao porque es la única autoescuela que tiene la adaptación que yo necesito para hacer esas prácticas. Además del problema de la distancia o tener que desplazarme, está el problema económico", explica el informático.

Junto a su terapeuta ocupacional, José Miguel ha estado practicando para conseguir ser autónomo con sus muñones sin las prótesis.

Este informático de profesión ha iniciado un crowdfunding para poder recaudar fondos y estar al volante de su propio coche: "Es un joystick y lo que hace es que cuando yo muevo la palanca se mueve el volante y luego hay un micrófono donde doy las órdenes para los intermitentes o hacer sonar el claxon".

Ya ha aprobado el examen teórico y su intención es aprobar el práctico el próximo enero y poder conseguir el carnet de conducir para ser una persona totalmente autónoma e independiente en lo que a movilidad se refiere.

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