La bicicleta frena su crecimiento en las ciudades por el abaratamiento del transporte público y los patinetes eléctricos

Parecía que la bicicleta se iba a imponer en nuestro país como un vehículo alternativo más, pero parece que no, porque en 2024 ese uso ha empezado a caer, según el Barómetro de la Bicicleta (BB) 2024 elaborado por la Red de Ciudades y Territorios por la Bicicleta (RedBici). A pesar de este descenso, los datos hablan de que cerca de un cuarto de la población española (un 22,8 %) utiliza este vehículo semanalmente y casi la mitad (48,2 %) la emplea “en alguna ocasión”, aunque detrás de esta realidad “probablemente se encuentran los cambios que han afectado a la movilidad de las personas en los últimos tiempos”, incluyendo la extensión del teletrabajo, el cambio de las tarifas en el transporte público o el uso del patinete eléctrico, dado que un 15,2 % afirma tener alguno en casa.

Pero lo cierto es que en estos últimos 15 años el uso se ha incrementado en 10 puntos. En 2008 había cerca de un 13 % de ciclistas habituales y ahora se roza el 23 % lo que supone 8 millones de personas que habitualmente se desplazan en bici, muy lejos del 32 % que se llegó a alcanzar justo después de la pandemia.

Ciudades más amables

Si bien existen existen “diferencias significativas” que favorecen o limitan su uso, en general, “las ciudades se han vuelto más amables con este vehículo” aportando infraestructuras específicas como carriles bici, aparcamientos o zonas de velocidad de 20 km/h y 30 km/h y potenciando los sistemas de bicicleta compartida que “se han hecho muy populares en las medianas y grandes ciudades”, aclara el presidente de RedBici, Antoni Poveda.

Por ello la mayoría de ciudadanos (un 84 %, según el BB) considera positivo este tipo de servicios y 6 de cada 10 creen que su municipio es “amable para la bicicleta” con ciudades como Sevilla, Zaragoza, Valencia, Barcelona y Murcia entre las que más la apoyan ya que “más de la mitad de la ciudadanía se muestra satisfecha” con este medio de transporte.

Poveda ha insistido en que Barcelona es la ciudad en la que “más se asocia la bicicleta a movilidad y medio ambiente y es, junto con Valencia y Sevilla, la ciudad con más ciclistas de uso diario o casi diario”.

Una de las razones del éxito es la popularización de la bicicleta eléctrica que “ha democratizado el acceso a este medio de transporte y ha ayudado a diversificar los perfiles de usuarios”.

También ha disminuido el porcentaje de víctimas de accidente (12,3 %) y de robo (14,1 %) respecto al barómetro anterior e incluso al del primero de ellos en 2008, aunque “es importante seguir reduciendo estas cifras porque muchas personas que sufren estos inconvenientes acaban dejando de ir en bicicleta”.

Algunos frenos

Entre los aspectos negativos del BB, figura el freno que supone el tráfico motorizado para el empleo de la bicicleta por el riesgo que conlleva: poco más de la mitad de la población (52 %) apunta “al peligro por el tráfico, a la convivencia con los vehículos de motor y a la falta de facilidades como inconvenientes” para emplearla.

Además, “entre los más jóvenes crece el número de los que no la utilizan porque prefieren otros medios de transporte”.

Detrás de esta realidad “probablemente se encuentran los cambios que han afectado a la movilidad de las personas en los últimos tiempos”, incluyendo la extensión del teletrabajo, el cambio de las tarifas en el transporte público o el uso del patinete eléctrico, dado que un 15,2 % afirma tener alguno en casa.

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