Emilio 'El Loco' confesó que descuartizó a su suegra Marisa con un hacha y un serrucho y enterró su cuerpo a 400 metros de su casa

  • Enterró su cadáver desmembrado en bolsas en un descampado situado a unos 400 metros de la vivienda

  • 'El Loco' afronta 18 años de cárcel de petición fiscal por un delito de asesinato, mientras la familia solicita prisión permanente revisable

  • La defensa pide una eximente completa por trastorno mental con internamiento en un centro penitenciario psiquiátrico

Emilio R. M., apodado 'El Loco', confesó ante la Guardia Civil que mató y descuartizó a su suegra en julio de 2021 con un hacha y un serrucho, enterrando su cadáver desmembrado en bolsas en un descampado situado a unos 400 metros de la vivienda en la que compartía techo con la fallecida y una de sus hijas en Chapinería, según ha relatado en el juicio la instructora del atestado.

La vista oral por el crimen que conmocionó a esta pequeña localidad de la Sierra Oeste de Madrid ha arrancado esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid. 'El Loco' afronta 18 años de cárcel de petición fiscal por un delito de asesinato, mientras la familia solicita prisión permanente revisable.

La defensa pide una eximente completa por trastorno mental con internamiento en un centro penitenciario psiquiátrico. En el banquillo de los acusados también se sienta África, la hija de la fallecida y entonces pareja de 'El Loco', a instancias de la acusación particular.

El papel de África, hija de la fallecida

El abogado de la familia cree que el papel de África va más allá de un encubrimiento al considerar que consistió el crimen. A la víctima se le detectó cocaína en sangre, lo que hace pensar que los acusados se la podrían haber administrado sin su consentimiento para provocar un deterioro cognitivo y físico.

Vecinos de Chapinería comentaron a la Guardia Civil que semanas antes al crimen vieron cómo la pareja de procesados llevaba en volandas a la mujer con aspecto de ir bebida cuando era una persona que nunca había mostrado esa imagen.

Durante la instrucción, el acusado manifestó que la cabeza de la víctima, de 73 años, "se la habían llevado las alimañas". El crimen se produjo el fin de semana del 25 de julio de 2021. El cuerpo sin vida de la mujer fue hallado semienterrado en un paraje a las afueras de esta localidad. La cabeza nunca ha aparecido.

En la primera sesión, la instructora del atestado de la Guardia Civil ha detallado que el 4 de agosto de 2020 se recibió una llamada de una persona alertando del hallazgo de restos humanos en un paraje de Chapinería. El cadáver se correspondía al de María Luisa Camacho, quién constaba como desaparecida.

Así, se autorizó la entrada y registro en la vivienda de la misma y los agentes hallaron sangre en el sofá, en un cuchillo guardado en la cocina y en una llave inglesa. Tras ello, se ordenó la detención de Emilio, quien confesó el crimen y detalló como lo hizo.

El escrito del fiscal señala que entre las 17 horas del 23 de julio de 2020 y las 12 del 25 de julio de ese mismo año el acusado, que residía en el domicilio de la madre de su pareja sentimental situado en Chapinería, se abalanzó "sorpresivamente" sobre la víctima mientras estaba sentada en el sofá de su vivienda.

Acto seguido, le asestó una puñalada con un cuchillo en el cuello, causándole una serie de lesiones que le produjeron la muerte. Para llevar a cabo la agresión E. R. M. se valió de su "superior fuerza" así como de su "complexión física" dada la diferencia de edad entre el acusado y la víctima.

Durante la investigación policial, manifestó que la discusión previa al crimen se produjo después de que su suegra les llamara okupas y les pidiera que se fueran de su casa.

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