La separación de Abraham Vargas y Nerea J. culminó de manera trágica con el asesinato de Joaquín Jiménez, un pastor evangélico de 47 años. El 16 de marzo de 2022, Jiménez salió de su casa en San Blas, Madrid, sin saber que iba a ser abatido a tiros por los Vargas. Jiménez había intentado mediar en una disputa familiar que se regía por las costumbres gitanas, según las cuales los padres del marido deben pagar una especie de multa a los de la esposa en caso de divorcio, y en este caso, Nerea estaba embarazada. En una nueva jornada del juicio, la salida de una de las acusadas que conducía uno de los vehículos desde los que se perpetró el asesinato ha generado una gran controversia. Tras abandonar el tribunal, la acusada lo ha hecho "por su propio pie", lo que desató la furia de los familiares de la víctima y le han dado una brutal paliza. 'Vamos a ver' ha entrevistado a los familiares de Joaquín Jiménez quienes afirman haberse sentido provocados.

Mari, cuñada de la víctima, ha denunciado que no se ha respetado la solicitud de escoltar a la acusada: "No nos hemos tomado la justicia por nuestra mano, pero les avisé que no la sacaran por ahí, que la llevaran escoltada, y se han pasado las palabras por el huevo y eso no se hace", ha afirmado Mari visiblemente enfadada. "Queremos justicia, pero por favor, que nos la pasen por delante de nosotros," ha añadido, destacando que la acusada también ha realizado gestos irrespetuosos a su salida.

Además, Mari ha aprovechado para dedicar unas palabras a Joaquín Prat, presentador de 'Vamos a ver', pidiéndole que se pusiera en su lugar: "Me gustaría verte en nuestro pellejo." Por su parte, Fernando, hermano de Joaquín, ha explicado que la situación ya había sido prevenida, pues su mujer ya había avisado a la policía de que no se permitiera que la acusada pasara por delante de ellos: "Creo que es una estratagema de sus abogados", ha dicho Fernando. También ha recordado que la acusada se habría comportado de manera provocadora, afirmando que ella misma había dicho que "se cagaba en Joaquín".

Fernando, visiblemente afectado, ha añadido: "Yo creo que si llego a estar cerca, a lo mejor le habría echado una mano al cuello, y creo que todos los que estáis en el plató o cualquier televidente, poniéndose en nuestro lugar, también lo harían". Por último, Fernando ha revelado que Joaquín, el pastor asesinado, estaba emparentado con la familia de los acusados, lo que hace el suceso aún más doloroso para los familiares: "Lo conocían de sobra", ha concluido Fernando.