Problemas de convivencia, porque están obligados a compartir habitación en la mayoría de los casos, pérdida de derechos en la asistencia sanitaria o errores en la dispensación de medicamentos son situaciones comunes que relatan los familiares de los residentes.
Nos lo cuentan Teresa, Nacho o Paloma y también Marea de Residencias. En 2022, las comunidades autónomas y el Gobierno central llegaron a un acuerdo para implantar, desde entonces a 2030, cambios para mejorar las condiciones. Pero Marea de Residencias denuncia que la situación no sólo no ha mejorado, tras el fracaso de la pandemia en las residencias, sino que incluso ha empeorado.
Desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales reclaman estas mejoras, cambios en su estructura (deben ser más pequeñas), habitaciones individuales, más trabajadoras y mejor pagadas. En definitiva, lugares donde se puedan establecer “unidades de convivencia positiva”, donde las personas puedan desarrollar su propósito de vida.
Marea de Residencias reclama una ley estatal, para que no haya diferencias entre comunidades autónomas, para garantizar la dignidad de las personas mayores y para que no pierdan derechos al ingresar en estos centros.
Desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales destacan que más del 90% de los españoles no quiere acabar sus días en una residencia, sino en su casa. Y insisten en la necesidad de que se camine hacia ese modelo, con servicios y centros cercanos para que se respete su autonomía y dignidad.
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