Varios miles de personas se han manifestado hoy en Madrid (25.000 según los organizadores, 5.000 según la Delegación del Gobierno), llegadas de toda España, para exigir pensiones dignas y defender que hay dinero suficiente para salvaguardarlas.
Por eso, reclaman una auditoría de la Seguridad Social que desvele qué ha pasado con sus fondos, porque, aseguran, “hay dinero para todos”.
También exigen que la pensión mínima coincida con el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), ya que uno de cada dos pensionistas cobra menos de mil euros al mes, la mayoría mujeres.
Por eso, reclaman que se rompa la brecha de género desde el trabajo, porque así se romperá también cuando llegue la jubilación. Rechazan los planes de empleo, una manera -insisten- de encubrir la privatización de las pensiones públicas que “deben ser la garantía de una vida digna”.
Para garantizarlas, insisten en que se blinde en la Constitución, para que no se vean afectadas por los cambios de gobierno. Además, reivindican residencias públicas, porque ir a una privada supone en muchas ocasiones tener que vender la casa para pagar.
Y en muchas de las pancartas se podía leer la cifra “7.291”: son los fallecidos en las residencias madrileñas, que no fueron derivados a hospitales y no recibieron atención médica para poder morir con dignidad.
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