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El regreso a casa de un grupo de estudiantes españolas de Erasmus que salió de fiesta el pasado sábado en Italia acabó convirtiéndose en un infierno. Las chicas fueron increpadas por un grupo de italianos en el tren de vuelta a casa, de Citanova a Macerata, al este de la península itálica.
Las chicas volvían en tren a su ciudad después de la noche de fiesta. Todo transcurría normal hasta que otro grupo de chicos empezaron a increparlas. "Nosotras decidimos sentarnos un par de vagones más adelante para evitar problemas, pero poco después empezaron a gritar 'españolitas', para llamar nuestra atención", cuenta a la web de Informativos Telecinco una de las chicas del grupo que sufrió el acoso.
Tal y como explica, la situación fue a peor y los hombres se levantaron y se sentaron detrás de sus compañeras. "Uno de ellos empezó a tocarle el pelo a una de mis compañeras. En ese momento reaccionamos, solo queríamos que nos dejaran en paz", relata.
En ese momento fue cuando comenzaron los insultos, los mensajes misóginos, golpes al tren, vejaciones e incluso escupieron al suelo. "Parecía que querían intimidarnos y sembrar miedo. Nosotros nos sentimos completamente impotentes, con una mezcla de miedo y asco. Su conducta era extremadamente agresiva", recuerda la joven.
En el vídeo que compartieron las jóvenes se escuchan todo tipo de insultos y vejaciones, además de gestos sexuales. Tal y como cuenta la chica, decidieron hacer pública la situación en su círculo cercano, pero acabó viralizándose.
"Nuestra intención no era generar ningún tipo de debate político ni migratorio, sino simplemente dar visibilidad a lo ocurrido y que la importancia del tema no se desviara", señala la joven, quien respondió a una de las cuentas que publicaron su vídeo que lo que querían era visibilizar el acoso que sufren las mujeres, sin fomentar la xenofobia y el racismo.
La joven denuncia que en redes han recibido insultos y acoso tras la publicación del vídeo, incluso comentarios en los que se las culpa a ellas de los sucedido.
"Esperábamos encontrar apoyo y solidaridad, pero nos encontramos con una realidad muy distinta. Esto sigue ocurriendo y le puede pasar a cualquier mujer. Cualquier mujer puede verse expuesta a este tipo de violencia, y es fundamental que se hable de ello", concluye.
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