Dos ejemplares adultos de lince ibérico han sido trasladados a la Región de Murcia con el objetivo de consolidar su población en las Tierras Altas de Lorca. Estos animales, procedentes de centros de cría y que han superado su etapa de reproducción, forman parte de unas liberaciones experimentales del proyecto europeo LIFE 'LynxConnect' que tratan de facilitar el asentamiento de esta especie en otras regiones de España.
La pareja, formada por un macho y una hembra, procede de los centros de cría ubicados en El Acebuche, en Huelva, y en La Olivilla, en Jaén. Así lo han anunciado el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, y la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, en la visita que han realizado este lunes al Centro de Cría en Cautividad de Lince Ibérico La Olivilla en Santa Elena (Jaén). Cabe destacar que en el proyecto participan 22 socios y lo coordina la Junta de Andalucía.
Vázquez ha subrayado que, con esta iniciativa, "la Región de Murcia sigue acogiendo y protegiendo una especie que lleva con nosotros más de un millón de años", y ha explicado que los dos nuevos ejemplares "se integrarán en el medio natural, mediante una liberación controlada en la zona de repoblación de Tierras Altas de Lorca con el fin de reforzar a la Región como un auténtico 'Territorio Lince' cada vez más consolidado".
"Cada ejemplar va a tener una monitorización constante por parte de la Consejería para ver cómo se adaptan a una vida en libertad, por haber vivido siempre en centros de cría en cautividad en contacto con humanos", ha apuntado el consejero. De estas liberaciones experimentales, solamente hay dos referencias anteriores con sueltas de ejemplares individuales en el Parque Nacional de Doñana y en la zona de reintroducción en Extremadura.
Durante la cuarta fase del proyecto 'LinxConnect', se han liberado este año en la Región de Murcia una decena de linces y se han abierto los corredores de conexión con algunas de las ocho zonas de reintroducción existentes en España. Para el quinto año de este LIFE, el consejero ha adelantado que "vamos a ahondar en una mayor coordinación de los 22 socios actuales", entre los que hay administraciones públicas, ONG medioambientales, representantes del sector cinegético, fundaciones, empresas privadas, instituciones científicas y universidades, al tiempo que se está trabajando en la incorporación de nuevos territorios.
La vuelta de los linces a la Península Ibérica es, según Juan María Vázquez, "un caso de éxito sin precedentes en la preservación de la biodiversidad". A pesar de que en sus peores momentos la población de linces llegó a rozar apenas el centenar, hoy hay censados más de 2.100, lo que permitió en junio sacar a la especie de la clasificación 'en peligro de extinción' de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y rebajar esta calificación a 'vulnerable'.
El Centro de Cría de Lince Ibérico La Olivilla, ha logrado reintroducir en el medio natural desde su apertura en 2007 a 93 ejemplares, de los que 90 han nacido en estas instalaciones. Los otros tres han sido recuperados del campo por diferentes motivos, pasando un tiempo en el centro hasta su liberación. De 2019 a 2024 se han reintroducido 38 ejemplares de los 56 que han nacido en La Olivilla.
Su liberación se ha llevado a cabo en las zonas seleccionadas para ello en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y Portugal. Así lo ha indicado García durante la visita a La Olivilla, centro que cuenta con 15 trabajadores y con 23 instalaciones. Catalina García y Juan María Vázquez, han participado en la visita guiados por Javier Salcedo, coordinador del Proyecto LIFE LynxConnect y director del centro.
En el transcurso de la jornada, los consejeros de Andalucía y la Región de Murcia han comprobado el estado de las instalaciones. Cada una consta de alrededor de 1.250 metros cuadrados y entre ellas, destacan los cercados para ejemplares reproductores y de entrenamiento de cachorros para ser liberados en el medio natural, así como otras que se utilizan para albergar temporalmente ejemplares de vida libre que lo precisen.
Se trata de un centro que mantiene la vegetación autóctona propia de la zona, junto a otros cinco edificios destinados a clínica-laboratorio, oficinas, crianza artificial de cachorros, cuarentenas y alojamiento de personal. Además, en la ladera que hay frente a las instalaciones de reproductores, se ubican otros tres recintos más grandes, de cerca de 2.300 metros cuadrados de media, destinados a mantener ejemplares extraídos del medio natural, antes de ser trasladados o reintroducidos de nuevo. En la actualidad, en el centro hay un total de 42 ejemplares, de los que 15 son machos, 15 hembras, tres subadultos, dos hembras y un macho, y nueve son cachorros, cinco son machos y cuatro hembras.
Entre los hitos más destacados de los últimos años, se encuentra el ocurrido en 2022, temporada de cría en la que la hembra Córdoba llevó adelante la gestación, parto y crianza de su cachorra, incluyendo el entrenamiento de reintroducción, con 16 años, convirtiéndose en la hembra más longeva del Programa de Cría en parir y criar.
Ya en 2024, se ha producido por primera vez la liberación al medio natural de ejemplares de crianza artificial y mixta de una camada de cachorros huérfanos rescatados del medio natural. Al respecto, Catalina García ha recordado que "la de Nava, la hembra de lince madre de estos cachorros es una historia singular que pone en valor el trabajo que se hace desde el centro y en general, en el seno del Plan de Recuperación del Lince Ibérico de Andalucía".
A Nava se la vio preñada en los primeros meses de 2023 en la zona de Montoro (Córdoba). El 17 de marzo de ese año fue atropellada en la N-420 y, una vez que se confirmó que había dado a luz, se activó un dispositivo de búsqueda de sus cachorros. A pesar de que un dispositivo de este tipo cuenta con un índice de éxito relativamente pequeño, Juno y Sky, de la unidad canina especializada en la búsqueda de rastros de lince, consiguieron dar con los cuatro cachorros de Nava.
La consejera ha afirmado que "en este caso de éxito entraron en juego varios factores, de un lado, el conocimiento y la experiencia de los técnicos del Plan de Recuperación de la Consejería y, de otro, la propia unidad canina que acababa de finalizar su entrenamiento, que se enfrentaba a su primera salida real y que aportó un extraordinario resultado". La titular del ramo ha apuntado que los técnicos de Amaya tienen localizados los cubiles usados por las hembras para cuidar a sus crías durante los primeros meses de vida. Además, ha precisado que "se realiza un seguimiento constante y se monitoriza la actividad que llevan a cabo".
"En este caso, una vez fueron localizados, los cachorros fueron trasladados a este centro de La Olivilla, en el que se ha conseguido que se integren en camadas adoptivas, que los han acogido de tal manera que han podido criarse con sus iguales y desarrollar conductas necesarias para poder vivir en libertad", ha explicado.
La consejera ha comentado que "este tipo de actuaciones, como la que vemos claramente en el ejemplo de la hembra Nava, no representan una tarea fácil". En este caso, ha sido necesario alimentar directamente a los cachorros en la sala de cría, intentando reducir al máximo el contacto con ellos para evitar que se adaptaran al comportamiento humano. Después, han pasado a los cercados, junto con una hembra adulta, con el fin de que pudieran fomentar las relaciones con otros individuos de la especie e ir adaptándose al medio natural.
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