El negocio de los 'funeral planner', un entierro a medida y a precio cerrado: "Pagar un seguro sale más caro"

Agustín López, granadino de 49 años, ya ha diseñado su propio funeral. No está enfermo ni espera morir pronto, pero quiere “dejarlo todo hecho”. Será en su casa para que solo acuda a despedirse su círculo más cercano, al que no le faltará la cerveza, en concreto de marca Alhambra: “No quiero que lloren”. Así se lo ha pedido a la empresa encargada específicamente de esta gestión. Durante el velatorio no parará de sonar heavy metal, un estilo musical que le ha acompañado toda la vida, y será enterrado en posición fetal dentro de una vaina con forma de huevo llamada cápsula mundi. Es una cáscara biodegradable que se hundirá en la tierra, como si fuera una semilla, en una zona verde localizada a 50 kilómetros de su lugar de residencia para plantar un árbol encima de ella. “Es un féretro ecológico”, aclara López. 

No quiere que le coloquen las manos juntas en el pecho, como se hace de forma tradicional. “Me despediré con el dedo índice y el meñique hacia arriba, en honor al heavy metal”, cuenta tras explicar que la guitarra también será metida en la cápsula. Su futuro funeral le ha costado 5.655 euros. El sepelio en España se transforma, tal y como revela el Tercer Observatorio de los Servicios Funerarios, presentado el 26 de septiembre después de ser elaborado por la empresa española de estudios de mercado y demoscopia Sigma Dos, tras entrevistar a más de 2.000 personas mayores de 40 años.  

El 89,2% de los encuestados considera que los velatorios deben ser eventos más personalizados y menos formales, centrados en homenajear la vida de la persona fallecida. Un 83,8% aboga por adaptar los servicios funerarios a los gustos y preferencias particulares con servicios como música, álbumes fotográficos y vídeos conmemorativos. Un porcentaje muy similar considera que los tanatorios tienen que ser espacios más independientes e íntimos. La integración de la tecnología y la creciente demanda de opciones sostenibles en el último adiós son dos tendencias detectadas. 

El 41% de las personas cree que los servicios funerarios deben hacer esfuerzos adicionales por modernizarse e integrar avances tecnológicos. Entre los servicios digitales más demandados destaca la eliminación de la huella digital tras la muerte, que resulta de interés para el 70,3% de los encuestados. Además, los funerales vía streaming o la comunicación de la despedida a través de redes sociales ganan popularidad. 

Estos porcentajes explican el auge de los “funeral planners”, organizadores de la despedida final. Uno de ellos es Alejandro Nieto, gerente de la empresa Pazy, especializada en este tipo de eventos desde el año 2022. “La sociedad española ya empieza a pensar en la celebración de un recuerdo con un tinte más alegre dentro de lo triste, como en Estados Unidos”, explica. 

Nieto insiste en que desarrolla un modelo de negocio alternativo a las aseguradoras de decesos, a las que recurren casi el 47% de la población, según la Organización de Consumidores y Usuarios. Este fenómeno refleja una cultura de previsión que también se observa en el notable tamaño del sector funerario, que en España mueve alrededor de 4.000 millones de euros anuales

“Hasta hace poco tiempo las respuestas del mercado eran dos: que entrase el funerario con el cuerpo del ser querido fallecido presente para mostrar un catálogo de ataúdes con unos precios exagerados u obtener un seguro de decesos y pagar cinco veces más de lo que cuesta un funeral”, opina Nieto. 

Su empresa ofrece tres paquetes: eco, estándar o premium. Los precios oscilan entre los 2.000 y los 6.000 euros, en función de los servicios contratados. Las incineraciones o los entierros pueden contar con todo tipo de ornamentación, además de música en directo, recuerdos digitales, regalos para los asistentes o mensajes de despedida de las personas fallecidas. El 50,2% de las personas encuestadas opta por un funeral religioso, mientras que el 49,8% se decanta por una ceremonia civil.

Sé cuál es el importe fijo y cuando cumpla la cuota no tendré que seguir pagando

María del Pilar Santos, pacense de 67 años, también ha organizado su propio entierro: “Pagar un seguro sale más caro, me querían cobrar 80 euros mensuales de forma indefinida cuando solo pretendo incinerarme de forma práctica y rápida". También ha diseñado su funeral Begoña de Oca, vasca de 64 años. No quería dejar ninguna carga económica a sus hijos. “Sé cuál es el importe fijo y cuando cumpla la cuota no tendré que seguir pagando”, explica.

De momento, ella ha encargado margaritas, la flor que nunca falta en su familia, y un variado de sus canciones favoritas: “Cuando llega el momento es muy duro y así me aseguro de que alguien responderá al 100% con las gestiones”. Nieto todavía recuerda a un cliente que encargó una cena para sus amigos más íntimos en el estadio Civitas Metropolitano, donde se depositarán sus cenizas por ser socio del Atlético de Madrid.

Resolución de trámites administrativos y atención psicológica

En Pazy también ofertan viajes familiares en barco y globo aerostático para verter las cenizas en el mar, con la autorización pertinente. Además, resuelven muchos de los trámites administrativos y jurídicos vinculados a la muerte, antes y después del funeral. Algunos de ellos son las bajas de suministros, registro civil y seguridad social. También se encargan de las gestiones hereditarias, la declaración de la renta o la donación de órganos. “El 70% de los clientes ya demandan el borrado de la huella digital en Internet con el objetivo de que el rastro de sus datos deje de ser visible para los demás”, aclara Nieto. Su entidad ofrece, además, atención psicológica gratuita durante un año para los familiares después del fallecimiento del ser querido. El cliente que contrata su entierro por anticipado también tiene derecho a recibir este servicio.