En la tarde del 4 de agosto del año 2018 fue hallada una mujer ahorcada en un gallinero de una casa de campo, situada en el barrio de Olivars de Sant Julià de Ramis (Girona). No poseía ningún documento de identidad y las tres personas que vivían en la casa a la que pertenecía este cobertizo aseguraron que no la conocían, ni siquiera la habían visto antes. Su testimonio coincidía con el del resto de vecinos, nadie sabía quién era, tampoco se encontró ningún vehículo en las proximidades que pudiese arrojar alguna pista. Seis años más tarde, la Policía trata de poner nombre y apellidos a esta persona de piel blanca, pelo rubio y ojos castaños claros, que en su brazo izquierdo tenía tatuada la palabra éxito en hebreo.
Según reveló la Cadena SER, uno de los inquilinos de la casa, que notó a sus perros muy nerviosos esa tarde, encontró el cuerpo, que ahora yace enterrado en el anonimato en una fosa común del cementerio de Girona. Siguiendo los pasos de los canes, el hombre llegó hasta el cadáver y de forma inmediata llamó a los Mossos de Escuadra.
Los agentes sospechan que la mujer fuese originaria del norte de Europa, de Polonia, de Alemania o de los Países Bajos. También realizaron indagaciones sobre su posible identidad en Francia, pero no obtuvieron ningún resultado. Estiman que su edad, en el momento de la muerte, oscilaba entre los 25 y los 35 años. No era una persona alta, medía 1,61 metros.
Fue hallada con una camisa de rayas azules y blancas, unos pantalones vaqueros, de la talla 36, y unas zapatillas de deporte negras, marca Nike del número 38,5, según el tallaje europeo. Sus calcetines y su sujetador eran de color gris, mientras que sus bragas presentaban motivos florales. No portaba joyas que favoreciesen la investigación.
Con la campaña Identify Me, seis países europeos junto a la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) aúnan esfuerzos para resolver la identidad de 46 mujeres fallecidas. La iniciativa se basa en el éxito del llamamiento del año 2023 al que respondieron 1.800 ciudadanos.
Ahora, el proyecto se amplía para incluir más casos sin resolver en España, Italia, Francia, Bélgica, Alemania y los Países Bajos. El objetivo: ponerles nombre y apellido, encontrar pistas cruciales con las que encontrar a más víctimas y obtener justicia, si se determina que fueron asesinadas. Este proyecto permitió resolver un caso que estuvo suspendido durante 31 años.
En la página web de INTERPOL sobre la iniciativa Identify Me se ha publicado información sobre los casos, entre los que hay siete españoles. Se incluyen, además, reconstrucciones faciales de algunas de las mujeres, además de objetos personales vinculados a ellas.
El secretario general de INTERPOL, Jürgen Stock, ha afirmado que cualquier dato puede ser esencial para resolver estos casos en suspenso: “Ya sea un recuerdo, una pista o una anécdota, el más mínimo detalle puede ayudar a descubrir la verdad”.
Los ciudadanos que tengan alguna comunicación de interés al respecto deben ponerse en contacto con la unidad de policía pertinente. En el caso de creer ser familiares biológicos de alguna de esta mujeres podrán realizar una comparación internacional de perfiles de ADN.