Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizan todos los días un total de 18.000 pruebas de alcoholemia en las carreteras, en las que 200 conductores dan positivo, lo que supone que 79.000 personas al volante superan cada año las tasas establecidas. Este hecho coincide con una iniciativa conjunta de la Dirección General de Tráfico, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas en la que estudian la retirada del permiso de conducir a aquellos conductores que presenten problemas de abuso de alcohol y sean reincidentes hasta que estén rehabilitados. También se plantea reducir al mínimo la tasa de alcohol para conducir un vehículo en España.
Los datos sobre el alcohol al volante los ha facilitado este miércoles el teniente coronel de la Guardia Civil Ignacio Varela durante una jornada organizada por la Fundación Mapfre, en colaboración con el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, en la que representantes de las administraciones públicas y expertos en seguridad vial han analizado la lucha contra la conducción bajo los efectos del alcohol.
El teniente coronel ha asegurado que se van a redoblar los esfuerzos para realizar más pruebas y ha denunciado la proliferación de grupos de Whatsap y Telegram creados para avisar de los controles, lo que ha obligado a la Guardia Civil a cambiar la metodología: más controles de menos duración.
Por su parte, el fiscal de sala de Seguridad Vial, Luis del Río, ha destacado que los delitos contra la seguridad vial suponen la tercera parte de la actividad de los órganos judiciales.
El 34 % de las sentencias condenatorias son por esta causa: un total de 50.000 cada año.
Dentro de los delitos contra la seguridad vial, el 90 % son por conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas o por conducir sin carné. El 53 % de las sentencias condenatorias tienen que ver con el alcohol, ha explicado el fiscal.
En este sentido, la DGT, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas trabajan en un proyecto para la retirada del permiso de conducir a aquellos conductores que presenten problemas de abuso de alcohol y sean reincidentes hasta que estén rehabilitados.
"Ya el Reglamento de Conductores dice que tener abuso o dependencia supone haber perdido las aptitudes psicofísicas exigidas para conducir", ha explicado a Europa Press Álvaro Gómez, director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, de la Dirección General de Tráfico.
En este sentido, Gómez ha indicado que si en cualquier proceso de renovación del permiso de conducción se detecta una adicción al alcohol, no se debe renovar el carnet. "La cuestión está en introducir al problema un componente de salud pública", ha apuntado, al tiempo que ha afirmado que es "importante castigar", pero a la vez añadir el enfoque "rehabilitador".
Así, la idea es que en personas con una alta reincidencia y a las que la autoridad sanitaria detecte una adicción, se instará a la retirada del permiso condicionada. Es decir, si posteriormente se pasa por un proceso rehabilitador y se supera, el conductor puede recuperar el permiso.
"Es un proyecto de medio y largo plazo porque hay que hacerlo con las comunidades autónomas", ha apuntado el director del Observatorio. Además, ha precisado que el protocolo de los Centros de Reconocimiento de Conductores tiene apartados específicos para detectar adicciones, pero son "pocos casos los que se detectan todavía" en estos centros. "Esto es ir un paso más allá", ha subrayado tras participar en el evento 'La lucha contra la conducción bajo los efectos del alcohol y los alcoholímetros con inmovilizador del vehículo en España', de la Fundación Mapfre.
En su intervención en la jornada, el director ha argumentado que "la adicción al alcohol es una enfermedad que, de acuerdo con la Directiva Europea y el Reglamento español, incapacita para conducir". Fuentes de la DGT han apuntado a Europa Press que se trata de una iniciativa que "se lleva muchos años trabajando, porque es un tema complicado".
Asimismo, Gómez ha defendido la necesidad de rebajar la tasa máxima de alcohol permitida a todos los conductores con base a las "recomendaciones" efectuadas por el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte en su informe sobre el alcohol de 2022, y en el hecho de que "los países con las menores tasas de mortalidad del mundo", Noruega y Suecia, tengan una tasa de 0,2 gramos por litro de sangre (g/l).
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