Ana María Gallego, una mujer española, lucha por salir adelante. Su maltratador, que cumple en condena en prisión por atacarla de manera brutal, se ha declarado insolvente y no le ha pagado ni un euro de la indemnización. Además de desfigurarle la cara con sosa cáustica, también la ha arruinado económicamente. Y es que ella, que necesita continuas operaciones y tratamientos médicos, ha tenido que vender hasta su coche para poder pagar todos esos gastos.
Tal y como explica la propia Ana María, desde que sufrió la brutal agresión machista, ha pasado por un calvario de operaciones: "Llevo 25 operaciones en cuatro años, que se dice muy rápido, y es muy doloroso". El chico, al que estaba conociendo entonces, en 2020, le quemó el rostro arrojándole sosa cáustica: "En el rellano de la escalera me echó los dos litros de ácido. Me lo echó en la parte de la cabeza y de la cara, salpicándole a la niña, que estaba detrás mía".
Ana María sufrió graves quemaduras, pero lo peor es que ha perdido la visió de un ojo: "Todos los dolores son malos, pero la vista, si no ves...". Además, como decíamos, es ella la que tiene que pagarse los costosos tratamientos que necesita. Su agresor, condenado a 12 años de cárcel, asegura que no tiene fondos, se declara insolvente: "Quién se va a hacer responsable, pues nadie".
La mujer afirma que, en unos años, él saldrá a la calle. Pero su vida ha quedado destrozada: "Yo me quedaré sufriendo hasta el día en que me muera. Con operaciones, gastos...". Aunque para ella hay algo más doloroso: "Veo que la vida es más fácil para el acusado que para la víctima". Son esas heridas que no se ven.
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