Cronología del caso de la presunta violación tras una fiesta de Tecnocasa y sus incógnitas: la denuncia y lo que vieron los testigos
Una joven denunció el pasado mes de junio ser víctima de sumisión química y agresión sexual tras una fiesta de empresa en Santander
La denunciante asegura que se despertó sin recordar nada, desnuda con marcas en las muñecas, dolor vaginal y un moratón
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La investigación derivada de la denuncia efectuada por una joven en junio en la que aseguró haber sido víctima de una sumisión química y una violación en el marco de una fiesta de empresa en Santander, continúa su curso. Desde el juzgado santanderino encargado del caso indagan también en las declaraciones de múltiples testigos que, contradiciendo la versión de la mujer, aseguran que ofreció un testimonio falso de lo ocurrido, algo que la defensa niega.
Todo se remonta al fin de semana del 15 y 16 de junio. Fue entonces cuando la joven, junto a algunos compañeros con los que trabajaba en una franquicia de Tecnocasa en Zaragoza, acudió a una convención en Santander, donde tuvo lugar una fiesta en la que se contextualizan los hechos.
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Su denuncia, no obstante, no se produciría hasta el 20 de junio, cuatro días después de los hechos denunciados y poco después de que su jefe materializase su despido.
Según expresó ante las autoridades, aquella noche se tomó solo una copa de ron con coca cola y, sin recordar nada, ni haber tenido sexo con su presunto agresor, relató que se despertó desnuda, con marcas en las muñecas, dolor vaginal y un moratón.
Además, dio positivo en drogas en un autotest y, supuestamente, en el hospital comprobaron que tenía restos de cocaína y benzodiacepinas en su organismo.
En su denuncia, del mismo modo, aseveró que después de contarlo en el lugar de trabajo y contárselo a su jefe, fue despedida en lugar de encontrar apoyo. Por ello, junto a la denuncia por sumisión química y agresión sexual interpuso una demanda por despido improcedente.
Cronología del caso: la presunta violación en la fiesta de Tecnocasa
Según la denunciante, al día siguiente de expresar lo que le había pasado en su lugar de trabajo, el jefe la despidió. Fue el día 18 de junio cuando le llegó una carta en la que se alegaban "causas económicas" para materializar el despido.
Apenas seis días después, el 24 de junio, la denunciante recibía otra carta de la empresa. En ella, dejaban "sin efecto" la carta anterior para proceder a comunicarle, en esta ocasión, su "despido disciplinario", con efecto inmediato e imponiéndole una "falta muy grave".
Entonces, alegaban que el día en que le comunicaron el despido rompió material de oficina, enviándose además documentos de empresa al personal, entre otras razones en las que mencionan también sus comentarios afirmando que un compañero la drogó y violó. Ante ello, según recoge El País, la joven ha defendido que ese día, en efecto, estaba "alterada" y que esos días intentaba encontrar a alguien que supiera lo que pasó esa noche, denunciando que miraron a otro lado.
Con la UFAM (Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer) de Zaragoza ya trabajando en el caso tras formular ella la denuncia después de venirle algunos recuerdos de lo ocurrido, poco después se identificó a la persona con la que se fue aquella noche, quien señaló que todo fue consentido.
El miércoles 17 de julio tanto la empresa como ella tuvieron el llamado 'acto de conciliación', previsto para resolver conflictos con el objetivo de evitar llegar a juicios, pero el resultado estuvo muy lejos de cualquier acuerdo.
Con el caso ya en los medios, el lunes 29 de julio Tecnocasa se pronunciaba con un comunicado en el que recalcaban su "tolerancia cero" ante e "cualquier tipo de violencia, abuso o acoso, ya sea sexual o cualquier otro tipo de agresión o discriminación".
"No solo no toleramos estas conductas, sino que nos repugnan profundamente. Es por ello, que más allá de la posible responsabilidad jurídica en la que haya podido incurrir nuestro franquiciado, nos hemos puesto a disposición de la víctima de la agresión sexual para ofrecerle nuestro apoyo", anunciaban.
Al mismo tiempo, comunicaron la apertura de un expediente informativo interno con el fin de determinar cuál ha sido la actuación realizada desde la franquicia implicada, añadiendo que suspendían temporalmente la relación comercial con la misma.
"Si se determina que ha habido una actuación ilegal, no dudaríamos en rescindir nuestra relación", advirtieron entonces desde Tecnocasa.
"Tecnocasa no solo fomenta entre las sociedades franquiciadas el cumplimiento estricto de la ley y altos estándares éticos y de calidad, sino que promueve y exige para acceder y permanecer en su red valores éticos como la honestidad, la transparencia, la satisfacción del cliente, además del bienestar de los integrantes de la red de franquicias y el compromiso con la comunidad", finalizaban en su comunicado.
Tras esto, la siguiente fecha clave en la cronología del caso está en el pasado miércoles 11 de septiembre, cuando la denunciante se sentó a declarar en la sala del Juzgado de Instrucción Decano de Zaragoza, ante la jueza que instruye el caso. También declararon el presunto agresor y varios testigos. Cada parte, por su lado, alude a contradicciones que se deben resolver.
Una decena de testigos contradicen la versión de la víctima
Con el caso ya en poder de las autoridades y trascendiendo a la luz pública a través de los medios de comunicación, en todo este tiempo los investigadores han continuado indagando en las circunstancias en que se produjeron los hechos denunciados, encontrando en el marco de las pesquisas realizadas una retahíla de declaraciones de testigos que supuestamente contradicen la versión de la mujer.
Según informa ahora El Mundo, compartiendo incluso algunas capturas de WhatsApp, una decena de testigos apunta que mintió en su relato de lo ocurrido ante la Policía. Si bien la joven presuntamente aseguró ante las autoridades que nunca se drogaba ni bebía, los testigos, –algunos de ellos incluso amigos, según el citado medio–, habrían asegurado que no solo lo hacía, sino que alardeaba de ello y se llegó a jactar de haber mantenido relaciones sexuales con aquel al que denunció como su agresor sexual.
“Se pasó el fin de semana contando a todo el mundo que se había tirado a Míster España”. “Iba jactándose de que se había tirado a Míster España y la tenía pequeña”, habrían coincidido en declarar varios testigos, según declaraciones recogidas por el citado medio.
En ese sentido, afirman que se pasó los instantes posteriores a la fiesta comentándolo continuamente ante todo el mundo, refiriéndose así a un compañero de trabajo que hace tiempo fue ganador del certamen de modelos.
Además, aseguran que aquel fin de semana reconoció ir “puesta hasta arriba”, señalando que le quedaba “coca, éxtasis y benzodiacepinas”, afirmando también, –según la versión de estos–, que dijo que fumaba “porros” y fue “colocada” a la convención.
Varios de ellos, además, afirman haberla visto junto al hombre al que ha denunciado por violación, “borracha y en actitud cariñosa”, dándole besos y “saltando hacia él”.
Por su parte, la defensa de la joven ha incidido durante el proceso en que las declaraciones de los testigos han sido distintas.
En este escenario, el juzgado de Santander encargado del caso continúa investigando lo ocurrido con el fin de esclarecer los hechos y la veracidad de la denuncia.
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