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Esta historia es un ejemplo de cómo aunando esfuerzos se puede conseguir casi de todo. Que se lo digan al Cuerpo de Bomberos de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla, que nunca antes habían sido requeridos para una actuación de tal envergadura.
El sábado por la tarde, con el sol ya de retirada, recibían un aviso desde la Plaza de El Duque del municipio. Un vecino necesitaba ayuda para salir de casa, con relativa urgencia, y dirigirse al hospital más cercano. El dispositivo habitual de Bomberos se pone en marcha y al llegar al lugar empiezan las complicaciones.
El vecino en cuestión tiene 54 años y pesa más de 300 kilos. Hace unos cuatro años que vive postrado en una cama, en el salón de su vivienda, en una octava planta. Varios cojines le ayudan a permanecer algo más erguido, porque si se tumba, se asfixia. Los pasillos que llevan hasta su casa son estrechos y el ascensor es más pequeño de lo habitual.
Ante esta situación los Bomberos alcalareños avisan a Manolo Blanco, mando del Cuerpo Provincial de Bomberos de Sevilla, experto en rescates de todo tipo, y quien se encargaría de este difícil operativo.
Al llegar comprueba que "solo se le puede sacar por la terraza", nos cuenta Blanco. Así que movilizan la escala de la que disponen y con la que podrían llegar a levantar hasta 500 kilos. La expectación en el barrio crece por minutos y son cada vez más los vecinos que se congregan en la plaza para ver el despliegue organizado.
Mientras, en esa octava planta, se debaten entre la prisa y la necesidad de hacerlo con calma. La escala ya está preparada, pero aparece un nuevo inconveniente: "esa escala solo nos permitía sacarle en camilla, tumbado" y este vecino afectado de obesidad mórbida, no podía soportarlo. "En el momento que lo tumbábamos, se asfixiaba. No podíamos arriesgarnos a bajarlo solo, sin acompañante, porque podía dejar de respirar en cualquier momento" asegura el jefe del operativo.
Había que parar. La luz era ya casi inexistente y los riesgos crecían por momento. Necesitaban refuerzos. Ahora el trabajo se centraba en encontrar una alternativa a la escala de los bomberos, y la encontraron en una empresa de grúas profesionales.
A la mañana siguiente, temprano, con algo más de tranquilidad y con todas las opciones estudiadas volvieron. Bomberos de Alcalá de Guadaíra, Bomberos de Sevilla y el personal de la empresa "Grúas Lozano" unieron todos sus medios. Fundamental: la grúa. "Trajeron una grúa industrial articulada que llegaba sobradamente a la octava planta" dice Manolo, pero ahora había que hacerle hueco a la canasta con la que seria evacuado.
Entre todos retiraron aluminios, persianas y cierres, y con la ayuda de una manta especial pudieron meter al paciente en la canasta de la grúa articulada. Con oxígeno y con la compañía en todo momento de uno de los bomberos asistentes, el vecino pudo salir de su casa.
Un despliegue sin precedentes en esta localidad sevillana, El paciente continúa ingresado en el Hospital de Valme de Sevilla, y el operativo espera poder participar en su vuelta a casa.
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