Sigue la consternación en Gijón (Principado de Asturias) por el accidente laboral de este pasado jueves en el que dos trabajadores, vecinos de la localidad, murieron al volcar dos camiones grúa en el puerto de El Musel. La familia de Roberto Martínez Laguno, uno de los fallecidos, de 49 años, ha pedido que se investigue en profundidad lo ocurrido y que no se utilice este suceso para hacer política. Quieren justicia para que no vuelva a ocurrir nada parecido.
"Roberto tenía miedo de ir a trabajar, decía que no se cumplían las medidas de seguridad", han destacado familiares del fallecido, en declaraciones a 'El Comercio'. El cuñado de Roberto, Javier, ha afirmado en el mismo medio que "en las últimas semanas le había dicho a sus padres varias veces que iba a ocurrir una desgracia", en referencia a las condiciones en las que estaba trabajando en el desmontaje de las grúas en desuso en el muelle Moliner.
De hecho, el otro fallecido, César Méndez Pernía, de 23 años, sufrió un incidente un mes antes de la tragedia. Estuvo de baja varias semanas y volvió el lunes a su puesto de trabajo, en la empresa de montajes subcontratada para las labores de desmantelamiento de las grúas de descarga de barcos.
Roberto llevaba dos meses en la empresa Montajes Astur Manzana. Antes, se dedicó a la hostelería, pero decidió adentrarse en la construcción. Su familia afirma que era una persona divertida, con muchos amigos, y muy trabajadora. Durante la tarde de este viernes, la alcaldesa Carmen Moriyón, la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Laureano Lourido, han apoyado a los seres queridos del fallecido en el tanatorio. Todos siguen pendientes también de las cuatro personas que resultaron heridas en el accidente laboral y que siguen hospitalizadas.
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